After Office

Mariscales de campo ganan más que Obama

Ma. del Refugio Melchor S.
 
 
Tienen brazos de oro, su liderazgo es fundamental para alcanzar los grandes triunfos, deben tener inteligencia para leer las defensivas rivales y una gran fortaleza para aguantar golpes. Por eso llegan a cobrar hasta ocho veces más que el presidente de Estados Unidos, como el ganador de tres Supertazones Tom Brady.
 
El hombre que condujo a Patriotas de Nueva Inglaterra a obtener los anillos de campeón en las temporadas 2001, 2003 y 2004 ganará más de 13 millones de dólares entre salario, bonos y contratos publicitarios. El presidente Barack Obama cobra 400 mil dólares anuales y reportó ganancias por 1.5 mdd en el 2011 por sus inversiones.
 

Tom Brady es un veterano de 36 años, que tiene 14 años de experiencia en la NFL. Fue reclutado en la ronda global en el puesto 199 y cobró apenas 205 mil 800 dólares en su primera temporada.
 

La experiencia de hombres como Brady y Peyton Manning, el mariscal de campo más caro con un contrato que supera los cien millones de dólares y vence en 2016 con Broncos de Denver, será fundamental en los juegos divisionales que se llevarán a cabo este fin de semana.
 

Manning y Drew Brees con una larga y brillante trayectoria buscarán apenas su segundo anillo de Supertazón. El mariscal de los Santos de Nueva Orleáns será el tercer atleta estadounidense mejor pagado del 2013, con ganancias estimadas en 40 millones de dólares, detrás de los 56 mdd que cobrará el basquetbolista Lebron James y los 90 mdd que se embolsó el boxeador Floyd Mayweather Jr. por un par de peleas.
 

Cambio generacional
 
Los millonarios contratos de Brady, Manning y Brees no les darán ningún tipo de ventaja cuando entren al emparrillado porque tendrán enfrente a jóvenes mariscales que no superan los tres años de experiencia y ya son estrellas.
 

A pesar de su gran calidad, los veteranos también tienen sus defectos: carecen de velocidad para escapar de las cargas, se dice que la debilidad principal de Peyton Manning son las temperaturas congelantes; Brady es vulnerable cuando es fuertemente presionado por las defensivas rivales y Brees sufre muchos pases bloqueados por su corta estatura.
 

Ante el inminente ocaso de estos mariscales que algún día llegarán al Salón de la Fama, emergen figuras como los jóvenes de segundo año Colin Kaepernick (San Francisco), Andrew Luck (Indianápolis) y Rusell Wilson (Seattle), además de Cam Newton (Carolina, con tres años de experiencia), quienes ya son millonarios a sus 24 y 25 años.
 
Con sueldos que se aproximan a los cinco millones de dólares anuales, esta nueva generación de quarterbacks son de corte diferente porque combinan una gran habilidad atlética con un potente brazo.
 

Esta dualidad los convierte en armas letales porque pueden escaparse en cualquier momento por tierra o lanzar un pase de oro.
 
Andrew Luck recuperó un fumble y recorrió cinco yardas para que Potros remontara una desventaja de 28 puntos ante Kansas City; Kaepernick congeló a la defensiva de Green Bay con sus acarreos y pases. Al igual que el gambusino, Cam Newton corrió para más de 500 yardas y superó las tres mil por aire en la temporada regular. Cualquiera de ellos tiene la habilidad para llegar a la disputa por el Super Bowl XLVIII el 2 de febrero.
 

 
 
 
 

 
 

 
 
 

 
 

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