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'Los puritanos', desafío musical

Javier Camarena sostiene que el papel en "Los puritanos" es de gran reto profesional. "La exigencia vocal es máxima", asegura el tenor, quien cantará este papel por primera vez este domingo cuando se estrene la ópera de Vincenzo Bellini, en el Palacio de Bellas Artes.

Lord Arturo Talbot es para Javier Camarena el rol más difícil que ha interpretado en su carrera.

"La exigencia vocal es máxima", asegura el tenor, quien cantará este papel por primera vez el domingo próximo cuando se estrene la ópera Los puritanos, de Vincenzo Bellini (libreto en italiano de Carlo Pepoli), en el Palacio de Bellas Artes. Después de este debut lo ejecutará en Madrid y Zúrich y a principios de 2017 en el MET de Nueva York.

"El juego vocal es bastante complicado para el tenor por la tesitura", explica Camarena, quien en los primeros meses del año ha cantado en Suiza, Estados Unidos, España e Inglaterra, además de actuar en México junto a la OFUNAM y presentar su disco con canciones de Cri Cri en el Cenart y en la Plaza Mayor de Torreón, Coahuila.

A pesar de los niveles de exigencia vocal la música es bellísima, según él. Se dice completamente fascinado con estas melodías, sus arias y sus ensambles. Lo que más le entusiasma es que interpretará ese desafío en México.

La mayoría de los artistas involucrados en este montaje abordan por primera vez la ópera de Bellini, una de sus obras cumbres, compuesta hacia el final de su corta vida. Murió en 1835, a los 34 años.

ACUDA
Qué: "Los puritanos". Ópera en tres actos con música de Vincenzo Bellini y libreto en italiano de Carlo Pepoli.
Dónde: Palacio de Bellas Artes
Cuándo: Domingos 22 y 29, 17:00; martes 24 y 31 y jueves 26 de mayo, 20:00 horas
Localidad: $150, $250, $500, $650


El director titular de la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, Srba Dinic, considera que Los puritanos proviene del periodo más maduro del compositor. "De las mejores obras del bel canto", enfatiza.

La puesta se presentará con la Orquesta y Coro de Bellas Artes en una súper producción con más de 140 artistas en escena en el Palacio de Bellas Artes a partir del 22 de mayo.

El mexicano Ragnar Conde está a cargo de la dirección escénica y el alternante Alessandro Luciano (que brindará las funciones de los días 24 y 31 de mayo) también lo cantará por primera vez en México. La soprano Leticia de Altamirano en el papel de Elvira y el joven barítono Armando Piña como Sir Riccardo Forth, conforman el histórico elenco.

Sólo el cantante Rosendo Flores había actuado cinco veces antes en esta pieza en el papel de Sir Giorgio Valton. Ahora, lo hará en México.

El director escénico encuentra un paralelismo entre la actualidad y la trama ambientada a mediados del siglo XVII en Escocia, cuando a pesar de los tiempos de guerra, los ciudadanos están pendientes de un gran acontecimiento: la boda entre Elvira y Arturo. Ella estaba prometida en matrimonio con Riccardo sin amarlo, pero en el último momento su padre decide librarla del compromiso y permitirle contraer nupcias con Arturo.

"Me pareció mucho más interesante resaltar todos los puntos de contexto, sin quitar el peso de la historia principal", describe Conde acerca de la trama que se ubica en un momento de transición en Escocia, cuando el rey había sido ejecutado en medio de la guerra civil y el enfrentamiento entre cristianos, anglicanos y puritanos, disputaba la prevalencia religiosa en el país. Y en medio del caos -como ahora- el chisme atrae más la atención del pueblo.

Aunque conserva la historia de amor entre Elvira y Arturo, Conde hace referencias al contexto político, religioso y económico, en pequeños detalles, sin romper la línea estructural. Busca ir más allá del lucimiento vocal.

"Sí existe, porque tenemos excelentes cantantes y el peso sigue estando en ellos, pero hay mucho más que ver que lo que cotidianamente se ve en un montaje de Los Puritanos", agrega.

Musicalmente, explica el director Srba Dinic, la obra pertenece al periodo del bel canto, que sucedió sólo en la música. "A diferencia, por ejemplo, del verismo, que percutió en todas las artes, desde la poesía hasta la narrativa y el teatro". En el escenario un detalle marca el acontecimiento, según él: la prevalencia de la voz sobre el aparato orquestal.

Adecuar el sonido a los instrumentos actuales, abunda, exige una moderación interpretativa.

"Los metales como trombones, trompetas y cornos de la época de Bellini no tenían el sonido poderoso que tienen hoy, la afinación es mucho más alta actualmente. Donde la partitura dice fortísimo, la orquesta tiene que tocar mezzopiano o piano, pero como tocan 60 personas en el mismo momento, se crea un sonido suficientemente fuerte", explica.

Este tipo de montajes requiere cantantes con una gran técnica y bellas voces, reconoce el director orquestal. "Pero no una voz enorme. Para lograr todas estas coloraturas, necesitan una agilidad y ligereza especiales. Este elenco podría estar en todas las escenas mundiales; una producción grande, con mucha gente en escena, detrás tenemos tambores, arpa, campanas, cornos, el coro entra en escena. El resultado es extraordinario", sostiene Dinic.

Los puritanos se ha convertido en el gran atractivo de mayo para los amantes de la ópera en la ciudad.

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