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Las Torres de Satélite en pugna contra la contaminación visual

A 57 años de su edificación, la contaminación visual de su entorno podría echar abajo su inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco. Los vecinos de la zona han intentado erradicar la proliferación de anuncios espectaculares que rodean esta obra del arquitecto Luis Barragán.

La bienvenida a la modernidad del área metropolitana capitalina se dio con la construcción de Ciudad Satélite, cuyas emblemáticas Torres, a 57 años de su edificación, se encuentran una vez más en pugna contra la contaminación visual de su entorno, que podría echar abajo su inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad de la Unesco.

Desde 2009, los vecinos de la zona han intentado erradicar, sin éxito, la proliferación de anuncios espectaculares que rodean esta obra del arquitecto Luis Barragán, realizada en colaboración con el escultor Mathias Goeritz y el pintor Jesús Reyes Ferreira.

La limpieza visual del entorno, que es un requisito a considerar en el proceso de la declaratoria internacional, tampoco se ha conseguido pese a que el complejo escultórico fue catalogado como Monumento Artístico por el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), en 2012, debido a que los anunciantes obtuvieron un amparo.

Los vecinos de la zona lograron, eso sí, evitar que el segundo piso del Periférico pasara alrededor de las Torres. "Este monumento significa 'hogar' y por esa razón luchamos por retirar los espectaculares, razón que puede echar abajo el nombramiento (de la Unesco)", dice en entrevista Martha Moya, integrante del movimiento Manifiesto Ciudad Satélite.

La Unesco anunció recientemente que apoyará la inclusión de las Torres de Satélite -y de otras dos obras del Pritzker mexicano: las casas Cristo y González Luna, en Guadalajara- en la lista de Patrimonio Mundial de la Humanidad, a la que ya pertenece la Casa Barragán, ubicada en Tacubaya.

Al respecto, Dolores Martínez Orralde, directora de Arquitectura del INBA, explica que el instituto trabaja en conjunto con el Municipio de Naucalpan de Juárez para generar las condiciones que permitan la prosperidad de las gestiones ante la Unesco.

En la elaboración del expediente técnico interviene también la Dirección de Patrimonio Mundial del INAH. "Se trabaja en un proyecto de mejoramiento urbano de la zona, no sólo de mantenimiento integral de la plaza donde se localiza el conjunto escultórico, sino en la reordenación y limpieza visual de los anuncios circundantes, considerando la normatividad federal competente del propio Instituto, y la normatividad estatal en materia de anuncios en esta zona", dice.

Las normativa en el Reglamento de anuncios del municipio de Naucalpan de Juárez, Estado de México, en sus disposiciones generales menciona que los espectaculares deben colocarse en lugares que sean visibles desde la vía pública, mientras no atenten contra la armonía del paisaje, entre otros aspectos, como la seguridad.

La funcionaria confía en que la limpieza visual requerida será posible con el apoyo del Gobierno del Estado de México, cuya Junta de Caminos ha promovido un programa de retiro que contempla la zona circundante a las Torres. Sin embargo, está aún pendiente que se resuelva la situación del amparo que protege a los anunciantes y que, explica Moya, obligaría a que el Gobierno mexiquense absorbiera los gastos de la remoción de los anuncios, que ascienden a 80 mil pesos por cada uno.

Mientras se resuelven los obstáculos legales, un conjunto de arquitectos que trabaja junto al movimiento ciudadano, en colaboración con el INBA, ha comenzado a elaborar un diagnóstico del estado de las Torres mediante un levantamiento topográfico. Una vez que el estudio concluya y el consejo del INBA conozca el proyecto, se comenzará la restauración de las piezas y de la explanada.

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