After Office

Las jugadoras de basquetbol éramos unos bichos raros

La escritora mexicana Mónica Lavín refiere en entrevista algunos aspectos de su último libro "Doble filo", cuyos personajes, asegura, los fue descubriendo poco a poco.  

Me dijeron que usted escribía cosas que no son fáciles. Así comienza la entrevista con Mónica Lavín. Ella sonríe. "Me encanta la provocación", dice. La oración hace un regate de la primera línea de su más reciente libro, titulado Doble filo, y que reza: "Me dijeron que usted hacía cosas que no son fáciles". Esta conversación deja a un lado las preguntas para detonar, a través de una frase, el comentario de la entrevistada, quien es además, fanática del baloncesto.

___Basquetbol.

___ Se trata de jugar bien y en equipo. Este deporte tiene una enseñanza muy noble, porque sólo participan cinco jugadores y deben conciliarse todos los intereses para lograr una buena construcción del equipo.

___Literatura en el juego.

___ Yo practiqué básquetbol cuando estudié en la UAM. Formé parte de la primera generación de esa universidad, y una vez le rompí el diente a otra jugadora. Fue un fault, bien hecho, sin intención, claro. Más tarde me pusieron sobre aviso: la otra chica me estaba esperando en el baño para vengarse de mí. No fui al baño esa tarde, por supuesto. Gracias a esa experiencia escribí el cuento Por un diente, que más tarde se convertiría en uno de los capítulos de mi libro La más faulera (1997); siempre disfruté el basquetbol, y llegué a ser la capitana de mi equipo.

___Drama y democracia.

___Es difícil alcanzar la concordia durante el juego, pero esa es una de las virtudes del básquetbol. A mí me gustan los jugadores que dan juego. Los Celtics de Boston y Los Angeles Lakers han tenido jugadores que arman toda una dinámica de funcionamiento en ese deporte; son mis equipos favoritos. Ahora ya no veo basquetbol, pero celebro que ahora existen aquí en México equipos profesionales femeninos. Antes las pocas jugadoras éramos bichos raros.

___La novela corta.

___Como proceso de escritura es un desafío interesante porque, así como en el cuento, se sabe en qué va a terminar; en la novela larga esto no pasa necesariamente, en Doble filo yo no sabía en qué iba a terminar todo, ni cómo se iban a construir mis personajes. Los fui descubriendo, como en el caso de La bruja, que es también la encargada de contar lo sucedido en la historia.

___El primer (des)amor.


___El primer amor es fundamental porque, tarde o temprano, permite conocer el otro extremo de la situación: el desamor, por ejemplo, que no sólo implica distancia; también un acercamiento con nosotros mismos. Pero ambos son dos polos opuestos de una misma circunstancia y esto permite que La bruja conozca a Antonia (la protagonista), para que pueda ayudarla a olvidar a su primer amor. Para que se ayudaran las dos.

___Olvido.

___ Olvidar es un horror, por eso es importante encarar el olvido. Todo el tiempo estamos habitados por el contraste del amor y el olvido. El odio también juega en este ámbito, porque sólo se odia lo querido. Pero la idea del amor permanece, porque en el amor se deja de ser uno para ser más uno.

___Doble filo.


___ El nombre de la novela me encontró a mí. Yo estaba en Guadalajara, indecisa todavía porque faltaba dar los últimos ajustes a la historia, y de pronto atisbé la escultura de un agave con dos hojas gruesas, enormes. Parecían espadas con un doble filo. Así encontré el nombre o, mejor dicho, el nombre me encontró. El olvido y el amor son el doble filo de una misma circunstancia.

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