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La XEB: México celebra 91 años de su gran micrófono

La B Grande de México, lugar de la camaradería de un país en continua reinvención. La estación de radio más antigua de México y de América Latina, festeja 91 años y ni se le notan. Su primera transmisión fue la histórica pelea entre Jack Dempsey y Luis Ángel Firpo en el Polo Grounds de Nueva York.

La historia del anciano bohemio que enamora no sólo existe en la maravillosa obra del escritor colombiano Gabriel García Márquez. Hay otro personaje nonagenario a quien todos conocen. Basta afinar bien el oído, prender un switch y dejarse seducir por su voz: la radio mexicana.

La XEB, la estación más antigua de México y de América Latina, festeja 91 años y ni se le notan. Su primera transmisión definitiva, el 14 de septiembre de 1923, fue la histórica pelea entre Jack Dempsey y Luis Ángel Firpo en el Polo Grounds de Nueva York. Julio Cortázar aseguró que ese día nació la Radio y murió el boxeo.

Pura canela fina
La XEB, que en sus primeros años fue conocida como la Emisora del Buen Tono (por la compañía cigarrera que la patrocinaba), le brindó la primera oportunidad a un desconocido compositor que espantaba por su delgadez. Agustín Lara y la intérprete Maruca Pérez participaron en un programa radiofónico de prueba. Su pago se limitó a una polvera esmaltada y un paquete de cigarros Canela Pura. Después abriría el micrófono a todas las expresiones artísticas de México.

En agosto de 1933, luego del gran éxito de Ernesto Riestra y su Jazz Band, se creó el primer programa de 60 minutos en la radio. Se llamó Té para dos.

Los 15 minutos de Pedro Infante
Cinco años más tarde, llegó su máximo descubrimiento. Un joven apuesto llegado de Sinaloa consiguió un contrato para cantar en programas de 15 minutos cada tercer día.Ganaba 200 pesos al mes, pero su éxito fue inmediato, era Pedro Infante.

El deporte siempre ha sido fundamental en la señal de este sentimiento nacional. Los aficionados podían seguir los partidos de futbol narrados por Fernando Marcos y los de beisbol con el estilo único de Pedro Mago Septién y Óscar Rápido Esquivel.

Días de radionovela
En los años 50, la estación comenzó a ser reconocida como la "B". Por esas fechas, iniciaron las radionovelas de los domingos con las compañías de teatro radiofónico. Una de las voces estelares era la de la gran actriz Andrea Palma. En la música se popularizaban tríos como Los Panchos, Calaveras y Tariácuri, guitarras que acompañaron el anuncio de la muerte de Pedro Infante en la XEB.

En los alocados 60, la estación encontró el eslogan que la hizo famosa: "La B Grande de México". Y apareció el gran rival que amenazaba con darle un golpe de muerte: la televisión. No fue así, la radio logró mantenerse en la batalla.

El 23 de marzo de 1983 se produjo su último gran cambio: al iniciar las actividades del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), institución a la que ahora pertenece, la estación volvió a encontrar la manera de incrementar su audiencia con una mezcla de música que desde entonces era considerada nostálgica, y una barra de programas de interés común.

Los años pasaron, y la nonagenaria no perdió vigor. Al contrario, logró encontrar la fórmula de la juventud eterna. La tecnología no la liquidó, como muchos advertían. El bohemio logró incluso incrustarse en los chips de computadoras, celulares y tabletas.

"Hacer mucho con poco es el truco", afirma el gerente de la estación, Pablo Dueñas. Médico de profesión que llegó a la radio, como muchos, por una feliz casualidad de la vida.

Recuerda que antes llegaban a la estación productores de cine para captar talentos, como el músico Manuel Esperón. "Venían para captar gente de buen aspecto físico y buena voz". Otro gran semillero antiguo y presente es su concurso de boleros. Ahora el ganador tiene la oportunidad de ser programado en las estaciones de IMER hasta que el público lo pida.

La celebración
Mañana (fecha que ha quedado como oficial para el agasajo) la XEB festejará 91 años con un concierto de música popular en el Auditorio Nacional. Los boletos se agotaron en una semana, dice con orgullo Pablo Dueñas. El mejor indicativo del éxito de la estación, más allá de los ratings.

El futuro está muy claro. "Queremos mantener esa imagen familiar y cultural que está tan posicionada entre el pueblo". El target es el público de 45 años en adelante. "Atendemos esas necesidades sentimentales de querer escuchar una canción que forma parte de nuestras vidas. Nuestros locutores construyen un lazo de camaradería con los radioescuchas".

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