Nick Szabo, escribió un artículo titulado El protocolo de Dios, parafraseando la expresión “la partícula de Dios” con la que el premio Nobel Leon Lederman se refería a la importancia del bosón de Higgs en la física moderna. En su artículo, Szabo reflexionaba sobre la creación de un protocolo tecnológico ideal en el que Dios fuera el mediador fiable de todas las operaciones: “Todas las partes enviarían la información a Dios.
"Dios manejaría esa información y devolvería el resultado. Como Dios es la suma de la discreción y la confidencialidad, ninguna de las partes sabría de las demás más de lo que sabe de sí misma”. Era una idea muy interesante: hacer negocios por Internet requiere mucha fe.
Como la infraestructura carece de la seguridad suficiente, muchas veces no tenemos más remedio que tratar con los intermediarios como si fuera dioses.