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La primera noche con Grey en México

Se cumplió el plazo y finalmente se estrenó en México una de las cintas más esperadas del año: 50 Sombras de Grey. ¿Cómo fue la recepción en las salas de la Ciudad de México?

Cinépolis Perisur. Ocho y media de la noche. Una pareja de cuarentones compra un par de boletos para la película 50 sombras de Grey. La señora, rubia y alta, se muestra dispuesta y feliz para hablar de esta historia erótica que ha cautivado a millones en todo el mundo. Pero el señor, canoso y bajito, le impide charlar. "Vámonos, tú ya estás traumada con ese libro", le indica con dureza.

Esa señora fue, seguramente, una de las poco más de 100 mil personas en todo el mundo que compró la obra de la escritora británica E. L. James, que fue llevada a la pantalla grande por la directora Sam Taylor-Johnson y se estrenó hoy en todas las salas comerciales del país.

La cinta ha generado estupor en cada rincón del planeta. Incluso en Malasia, China, Kenia e Indonesia fue prohibida por su "alto contenido sexual". Y se rumora que tampoco llegará a varios países de Medio Oriente.

El tema central de 50 sombras de Grey es el sadomasoquismo circunscrito en la sumisión de una chica estudiante de literatura (Anastasia Steele) ante las filias de un empresario multimillonario (Christian Grey).

Sin embargo, al menos en México, no todos han leído el libro como la señora rubia regañada por su marido. "La verdad yo sólo vine por moda, porque en Facebook todo mundo habla de eso. Lo único que sé es que el libro le encantó a las mujeres, pero la verdad no he visto ni el tráiler ", dice Enrique Sánchez, de 25 años, ingeniero del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (Ifai).

La historia concebida por James –que ya cuenta con tres libros– representa para muchos lectores el primer coqueteo hacia los temas relacionados al BDSM (bondage o ataduras, disciplina y dominación, sumisión y sadismo, y masoquismo).

No obstante, la temática no es nueva en la literatura. Ya el Marques de Sade (1740-1814) dibujó esta línea en obras como Justine, Juliette y La filosofía del tocador, en los que además realizó una fuerte crítica a los valores judeocristianos de la época. El erotismo ha sido tratado desde la textos antiguos como el Kamasutra hasta la narrativa de D.H. Lawrence, Vladimir Nabokov o Julio Cortázar.

Para Fabián, reportero veinteañero, ver la película es "un paso más" para adentrarse en los andares eróticos. "Me encantó el libro. Me fascinó la forma en que se trata tan abiertamente temas que usualmente son tabúes en la sociedad. Ojalá pueda alcanzar boleto", comenta.

Probablemente Fabián sí pudo adquirir una entrada, porque en realidad el cine no luce tan lleno; apenas unas veinte personas se encuentran en la fila.

Jonatan, empleado del complejo, recibe los tickets de una sala con capacidad para 217 personas. Dice que él y sus compañeros esperaban muchos más asistentes. "Sí hay más movimiento que otros jueves, pero la gente tampoco se ha quedado afuera como en los estrenos de Harry Potter. Se están llenando las salas, sobre todo de muchas chicas y señoras". Además, asegura que ha tenido que prohibirle la entrada a varias personas porque no traen IFE (la cinta es clasificación C). "Vino un grupo de chavitas y hasta se enojaron, pero ni modo, es mi chamba".

Mariana y Laura son alumnas de la Universidad Iberoamericana. Confiesan que tampoco han leído el libro. Están ahí porque sus amigas les recomendaron ver aunque sea la película. "La verdad sí tengo un poco de morbo por verla", dice Mariana.

Adriana, contadora de 30 años, ya salió de la sala. Se siente defraudada. Para ella, los 125 minutos que duró la película no valieron la pena. "Censuraron varias partes del libro. Creía que Grey iba a ser distinto, siento que no respetaron la esencia del personaje", señala.

La directora ya había dicho meses atrás que su producción no iba a ser tan explícita. El rodaje se extendió por año y medio y, según ella, todo se filmó con la aprobación de la escritora E.L. James.

Son ya las 11 de la noche y Cinépolis luce vacío. Afuera, la lluvia cae a bocajarro. Todavía quedan varias semanas para que 50 sombras de Grey conquiste o decepcione al público mexicano.

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