After Office

La orquesta imposible

Sin subsidios, en México es muy complicado mantener una orquesta. Sin embargo, eso no ha sido obstáculo para la Orquesta Filarmónica de las Artes (OFIA), que además ha vuelto redituable su cuerpo de 60 músicos fijos. 

Crear y mantener una orquesta sin subsidios no es sencillo en nigún país del mundo. Pero volver redituable un cuerpo orquestal de 60 músicos fijos, aunado al trabajo logístico que implica ensayar, producir y difundir los conciertos, además de cuidar la calidad artística, parece una tarea imposible. Sin embargo, desde hace siete años la Orquesta Filarmónica de las Artes (OFIA) lo ha conseguido.

La agrupación fue fundada en 2006 por alumnos de la Escuela Superior de Música, bajo la batuta de Abraham Vélez, el primer graduado de la licenciatura de Dirección orquestal del plantel. Debutó en el Teatro de la Ciudad con la ópera Carmen, de Bizet, y desde entonces se ha mantenido sin apoyos permanentes del gobierno ni privados. Así ha logrado consolidarse como una empresa que organiza sus propias giras y presentaciones en el DF, donde tiene su sede.

Es bajo este orden independiente que la OFIA se presenta este sábado en el Teatro Ángela Peralta del Parque Lincoln, en Polanco, con Carmina Burana, de Carl Orff, y Bolero, de Maurice Ravel. Un concierto en el que participan 180 artistas, como la soprano Erika R. López y el barítono Manuel Rangel; los coros Convivium Musicum, Ad Libitum de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM), del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM) y el Simón Tapia de la la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Con este concierto el ensamble inicia una gira que llegará a Pachuca y Tlaxcala, durante noviembre.

"Mantener una orquesta es muy difícil", reconoce Vélez. "La nuestra es una empresa debidamente constituida, los socios principales somos cuatro y de ahí viene toda una maquinaria: jefe de personal, tramoya, diseñadores, todo lo que hay detrás de un espectáculo". Para difundir sus presentaciones se apoyan en su página de Facebook (Orquesta Filarmónica de las Artes OFIA).

Este ensamble juvenil, que está integrado en un 80 por ciento de músicos graduados y un 20 por ciento de estudiantes de diversas escuelas, continúa su labor gracias a la tenacidad de su director. "Lo considero un proyecto exitoso, porque ya son siete años de mantenerlo. Lo que me motiva es ver que las personas salen muy contentas de los espectáculos; nos han dicho y nos han escrito en varias ocasiones que es la primera vez que ven una orquesta y les gustó".

"Nosotros no hacemos temporadas como una orquesta regular", abunda. Realizan entre tres y cinco giras en el año y su financiamiento varía por proyecto, ya que carecen de un patronato. Por ello, los convenios e intercambios son parte esencial de su esquema. Para esta gira, por ejemplo, obtuvieron el apoyo de las secretarías de Turismo de la Ciudad de México, y de Cultura y Turismo del estado de Hidalgo, así como de la UAM, la UACM, el ITAM y la CFE. También llega a ser contratada por otras producciones, por lo que su repertorio es amplio y versátil. "Hemos hecho de todo: ópera, ballet, conciertos de gala, hasta cosas comerciales; actuamos hace dos años con Paquita la del Barrio, en el Teatro Esperanza Iris, en su primer concierto con orquesta".

Además, es la única orquesta que ha presentado una versión de El cascanueces al aire libre (en 2007, en el Monumento a la Revolución, ante 10 mil personas).

Desde sus primeras actuaciones a nivel profesional, la Filarmónica de las Artes ha tenido salas llenas, asegura su fundador, para quien el hecho de que una ciudad como ésta cuente con sus propias orquestas es fundamental para llevar el arte al alcance de otros públicos.

"Aquí en la Ciudad de México están las principales orquestas del país y también las hay delegacionales, privadas o agrupaciones de temporada, como la Sinfónica de Minería; creo que es importante que haya esa diversidad para ofrecer opciones a los ciudadanos; incluso lo que hicieron Los Ángeles Azules con su proyecto sinfónico es muy válido, porque tienen un público vamos a decir popular, al que se le ha dado una oportunidad de acercarse a una orquesta por medio de ellos".

La OFIA cerrará el año con presentaciones de El cascanueces, de Tachiakovsky, en foros por confirmar.

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