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La equitación nacional, contra el estigma de ser un deporte de élite

Para que consiga más patrocinios y se logre una mayor penetración mediática, no debe ser vista como un deporte de élite. Lo que le falta a la equitación en México es pasar del terreno amateur al profesional, afirma el jinete Enrique González, uno de los participantes en el Festival Bravo Valle Scappino 2014.

Lo que le falta a la equitación en México es pasar del terreno amateur al profesional, afirma el jinete Enrique González, uno de los participantes en el Festival Bravo Valle Scappino 2014 que se llevó a cabo en el Rancho Avándaro el pasado fin de semana.

"Actualmente, la equitación es 90 por ciento amateur. Eso provoca que los jóvenes, cuando llegan a la universidad, dejen de montar; es así como se rompe la cadena", dijo González, quien representó al país en los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011 (medalla de bronce), Juegos Olímpicos de Londres 2012 y los Juegos Ecuestres Mundiales de Francia 2014.

"El número de jinetes ha crecido de una manera que no habíamos visto desde hace tiempo. Hay muchos niños practicando gracias a que sólo en la Zona Metropolitana tenemos alrededor de 70 clubes, en donde no es necesario tener un caballo para empezar a montar. Además, la calidad de caballos y competiciones en México es comparable a la de cualquier parte del mundo".

En ello coincide el también jinete capitalino Nicolás Pizarro, quien será el capitán del equipo ecuestre mexicano para los Juegos Centroamericanos y del Caribe Veracruz 2014, que se inician el 14 de noviembre.

"Este deporte es completamente amateur, ahí es donde estamos atorados. Hay muy buenas escuelas y mucho entusiasmo por parte de los jóvenes, pero hace falta continuidad", señala Pizarro.

Algunos de los clubes existentes en el DF y Estado de México son el Club Hípico Las Águilas, Club Hípico Ciudad de México, Rancho San Juan, Club Hípico San Francisco, Club Hípico Acopilco, Club Hípico Los Azulejos y Club Hípico San Luis, entre otros.

Para que la equitación consiga más patrocinios y se logre una mayor penetración mediática, no debe ser vista como un deporte de élite.
"La gente debe darse cuenta que para aprender equitación no se necesita tener un caballo, se trata de un deporte completamente alcanzable", coincide Pizarro.

En este sentido, la obligación de la Federación Ecuestre Mexicana (FEM) es llegar a un acuerdo con los órganos gubernamentales para que el jinete mexicano pueda visitar otros países en busca de una mayor experiencia deportiva.

"Necesitamos el roce internacional, porque países como Brasil, Venezuela o Colombia ya nos han alcanzado e incluso rebasado. En esos lugares, los jockeys se dedican a montar el 100 por ciento de su tiempo, lo cual indica que se han profesionalizado completamente", asegura González.

Sin embargo, "vamos por buen camino", agrega González, quien destaca la labor del grupo Montando por México, cuyo objetivo principal es aumentar el nivel, la cultura deportiva y la competitividad de la equitación en México. "Este grupo busca apoyar a los jinetes jóvenes para que puedan irse de gira y así practicar con entrenadores de otros países".

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