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Juego de Estrellas de la MLB, al máximo nivel

El Juego de Estrellas de la MLB perdió un premio deportivo al no decidir la primera sede de la Serie Mundial; expeloteros dicen que el espíritu competitivo mantendrá el nivel del duelo.

Por primera vez en 16 años el Juego de Estrellas de las Grandes Ligas no decidirá la sede inicial de la Serie Mundial. Exbeisbolistas explican que el encuentro no perderá interés deportivo, sino que se mantendrá en buen nivel gracias a las rivalidades que hay entre los peloteros y a su espíritu competitivo.

"En el Juego de Estrellas no puedes salir a jugar a medio gas. No es como en otras ligas en las que puedes relajarte al principio o incluso hasta a la mitad del partido. El ADN del jugador le obliga a jugar al máximo nivel. Siempre quieres conectarle un cuadrangular a un pitcher rival o quieres ponchar a un bateador contrario. Nadie quiere ser exhibido. Todo el mundo está al pendiente de este partido", sostiene Oswaldo Guillén, exshortstop venezolano, quien participó en las Mayores entre 1985 y el 2000.

El lanzador mexicano Ismael Valdez (exDodger) explica que en este juego se reencontrarán peloteros que en temporada regular tuvieron rencillas o que fueron dominados por algún jugador que representaba a la novena rival.

"Es una buena oportunidad para que tomen revancha. No hay mejor escenario que este encuentro. En algunas ocasiones un cuadrangular o un ponche que se da en el Juego de Estrellas es el inicio para que crezca una rivalidad y se traslade a los equipos", sostiene el exmilitante, entre otros, de Chicago, Texas y Florida.

La edición de esta temporada -que se jugará hoy en Miami- tendrá 12 elementos (entre jugadores de cuadro titulares y pitchers) que tienen 25 años o menos. Ambos exbeisbolistas -quienes actualmente se desempeñan como analistas en ESPN- sostienen que la juventud de éstos no es impedimento para que no se dé una buena competencia.

"Todos tienen algo que demostrar. El ejemplo claro es Aaron Judge. Quiere reafirmar ante los mejores de la liga que los 30 cuadrangulares que lleva en la temporada no son cualidad y que puede conectarlos en cualquier escenario y con estadio repleto. Del otro lado, los lanzadores más jóvenes buscarán poncharlo para ganar prestigio en el circuito", sostiene Valdez.

Desde la temporada de 1933 hasta la del 2002, el Juego de Estrellas no tenía un premio deportivo para la Liga ganadora. Era una referencia de que había llegado la mitad de la temporada. Fue en ese encuentro del 2002 en el que todo cambió. El partido terminó empatado a siete carreras en 11 entradas. El juego no pudo continuar porque ambas novenas se quedaron sin lanzadores.

Periodistas, aficionados e incluso algunos peloteros señalaron que el encuentro era amistoso y que no tenía nivel competitivo. La MLB, en respuesta a las críticas, publicó que a partir de la edición del 2003, la Liga ganadora tendría el derecho a que su campeón recibiera cuatro de los siete juegos de la Serie Mundial.

Desde entonces, la Americana ganó 11 ediciones; la Nacional solo tres. El Nuevo Circuito no reflejó el privilegio de la localía en la Serie Mundial. Sólo tuvo seis campeones en ese lapso.

"Nunca tuvo sentido que la Liga que ganara el Juego de Estrellas tuviera el derecho de jugar la mayoría de la Serie Mundial en casa. Los rosters de esos encuentros no representaban a las novenas que llegaban a la serie por el título. Fue mejor que se dejaran de relacionar. Ahora el equipo con mejor récord es el que tiene la ventaja de jugar en casa. Es un premio justo a lo que hicieron las organizaciones a lo largo de la temporada", añade Guillén, exmánager del Medias Blancas, con el que se coronó en 2005 al barrer al Astros de Houston.

INGREDIENTES ADICIONALES
Ernesto Jerez, quien tiene 19 temporadas como narrador de las Grandes Ligas en diferentes cadenas, señala que las historias de algunos peloteros son ingredientes extra que mantienen el interés por el Juego de Estrellas.

"El shorstop del Cleveland Francisco Lindor tendrá a su padre en las gradas. Será la primera vez que lo vea lanzar en las Grandes Ligas, debido a que por un problema de salud no puede viajar en avión. Otra historia es la del primera base del Dodgers Cody Bellinger, quien buscará reafirmarse como la nueva gran estrella de las Grandes Ligas. Apenas tiene 21 años, sustituyó a Adrián González y registra 25 cuadrangulares. Quiere sumarle otro capitulo a su campaña de ensueño", sostiene el analista dominicano.

¡Play ball!

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