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José Martí: héroe de plástico

De José Martí, icono de la ideología cubana, no queda más que el busto, que se fabrican en serie. Ésta es la metáfora que propone Ernesto Sánchez Valdés en su más reciente película "Héroe de culto", que reflexiona sobre la crisis de las ideologías.

José Martí está en el ADN de Cuba. Su rostro forma parte del paisaje en La Habana. Tanto, que se fabrican en serie bustos de plástico con su imagen. El documental Héroe de culto, de Ernesto Sánchez Valdés, es una reveladora cinta que, a partir de la reproducción en serie de la figura del llamado héroe de la patria, reflexiona sobre la crisis de las ideologías, en tiempos de un inminente restablecimiento de relaciones entre la isla y Estados Unidos.

Estrenada en Cuba en octubre pasado, la película es participante en una ruta de festivales internacionales en diversos países, entre ellos República Dominicana e Italia.

"Creo que es importante el rescate de lo que verdaderamente es Martí como pensador. En general, su repercusión ha quedado sólo en eso: el busto", dice el director.

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___ ¿La ideología de Martí es también sólo parte del paisaje cubano? ¿Qué les dice a las nuevas generaciones una frase como "ser cultos para ser libres"?
___Es una gran realidad y una frase tan poderosa como sencilla. En Cuba suceden innumerables eventos teóricos sobre Martí, se le cita con frecuencia pues su obra abarcó mucho. Era un pensador muy completo. Pero el asunto es que esa profundidad y claridad suya se nos enseña de pequeños, cuando su pensamiento no puede ser bien comprendido, y termina enseñándose, en aras de hacerlo didáctico, de una manera muy esquemática.

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EL REALIZADOR
Ernesto Sánchez Valdés comenzó su carrera en 2002 en el largometraje Perfecto amor equivocado, de Gerardo Chijona. Después de trabar con directores como Pavel Giroud y Tomás Piard, y en cortometrajes independientes, en 2009 filmó su primer largo, Salvador de Cojímar. Dirigió Gira (2012), sobre un grupo de artistas plásticos que llevan una muestra por toda Cuba, en galerías, academias y prisiones.


___¿Cómo conviven las nuevas generaciones con su ideología?
___Yo vine a conectar mejor con Martí cuando estaba en la universidad, a pesar de que lo estudié durante más de 10 años en primaria y secundaria, cuando se me hablaba de su patriotismo (que es verdadero), de su poesía (que es hermosa, sin duda) y de su ideal revolucionario. Ojo: yo exactamente no sé qué piensa la sociedad cubana sobre él, pero en muchos casos creo que podrían responderle con los conceptos que nos dieron en la escuela primaria, y eso es muy básico si lo comparo con su importancia para nuestro país.

___El hecho de que los bustos de Martí se fabriquen en serie, en plástico, ¿es un símbolo de decadencia, de pérdida de ideologías?
___Para mí esto es más como una producción que responde a la inercia. Se han fabricado bustos durante mucho tiempo y no sólo durante el período revolucionario; desde la etapa capitalista. Pero el hecho de los bustos plásticos que además son vacíos, traslúcidos y que son dados al fácil deterioro, hace que resulte mucho menos importante. Cuando se comenzaron a hacer estatuas de Martí respondían a encargos o a la inspiración de los artistas. Hoy no es así.

___Este es un documental que permite la interpretación de los espectadores, sin marcar ninguna tendencia, ¿cómo es eso posible en una cinta financiada por el Estado?
___Sí existe un punto de vista en el documental con respecto a la realidad de los bustos, pero ciertamente el documental luce como abierto para que uno lo valore según lo que crea de esa realidad. Por otro lado, mucho cine cubano ha sido hecho desde el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC) y uno se puede preguntar cómo pudieron ser filmadas y estrenadas películas como Madagascar, Fresa y chocolate y Memorias del subdesarrollo. Las tres fueron realizadas en momentos complejos de la realidad cubana y ahí están.

___América Latina y el Caribe son señalados por la censura en sus países…
___Quizás sea porque Europa y Estados Unidos se basan en su concepto de la democracia y la libertad de expresión, que a su vez se sustenta en el dinero. Si no tienes, no puedes. Ese tipo de criterios me remite a las colonias que aún tienen Gran Bretaña, Holanda y Francia en el Caribe. ¿Eso es democracia? ¿Esa es una realidad pertinente para el siglo XXI?

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