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Jesús Navas, en pos de un equilibrio vital

El mediocampista español acepta su trastorno de ansiedad y toma terapia sicológica, que son claves para que explote su gran nivel futbolístico.

Jesús Navas se encontraba en uno de los campos de entrenamiento del Sevilla –en julio de 2005– con el resto del plantel cuando, de improvisto, huyó corriendo. Recorrió a toda velocidad un par de canchas contiguas e ignoró a sus compañeros, quienes le pedían que se detuviera. Sin previo aviso se paró. Se sentó exactamente en el centro de la cancha de otro de los campos y recobró la tranquilidad. Ese fue uno de una serie de episodios relacionados a su trastorno de ansiedad.

Antes, en mayo de ese mismo año, tuvo que abandonar la concentración de la Selección Sub-20 de España –que se preparaba para el Mundial de Canadá–, luego de que acusara una depresión por estar lejos de su familia. Ese mismo argumento utilizó para rechazar las convocatorias del representativo mayor desde 2006 a 2008. Navas aceptó su padecimiento en diciembre de 2008 y dijo que estaba sometido a terapia sicológica. Desde entonces no ha tenido nuevos incidentes; sin embargo, estos podrían reaparecer, asegura Lourival Baptista-Neto, siquiatra de la Universidad de Columbia.

"El trastorno de ansiedad es incurable, pero es tratable con terapia, medicamentos o una combinación de ambos. Éstos fungen como una pared que impide que las crisis se repitan. Si los deja de tomar hay un riesgo alto de un nuevo episodio que podría causarle un daño sicológico. Este padecimiento es degenerativo", sostiene el especialista en este tipo de desórdenes.

Los síntomas de Navas comenzaron cuando pertenecía a las divisiones menores del cuadro andaluz en 2002. Pedro Blanco –entonces director de la cantera del Sevilla– recordó en una entrevista en 2009 para el diario español 20 minutos, que el futbolista le confesó que no le gustaban otros aspectos relacionados al futbol: las conferencias de prensa, los viajes a otras ciudades y las concentraciones.

Navas no tuvo apoyo médico, por lo menos, de 2002 hasta 2007. El siquiatra sostiene que los deportistas de alto rendimiento no suelen decir públicamente que sufren enfermedades sicológicas o siquiátricas, porque hay es mal visto socialmente que parezcan débiles ante su entorno, los medios de comunicación y los seguidores.

"Es valioso que lo haya aceptado porque se convirtió en un ejemplo para el resto de los atletas y aficionados. Los primeros están sometidos a un alto nivel de expectativas de parte del público y de ellos mismos, que pueden provocar este tipo de desórdenes en un caso extremo. Son un sector altamente vulnerable", añade Baptista-Neto.

Navas debutó con el equipo mayor del Sevilla en 2003. Al año siguiente se adueñó de la titularidad y se consagró campeón de la Europa League en 2005-06 y 2006-07. Su mejor desempeño en competencias europeas coincidió un año después de que dijo que estaba sometido a terapia. En la Champions League de la temporada 2009-10 fue titular en los ocho partidos en los que jugó el Sevilla, marcó dos goles y repartió tres asistencias. El cuadro español fue eliminado en octavos de final por el CSKA Moscú.

Su desempeño fue suficiente para que Vicente del Bosque lo volviera a convocar a la Selección española para el Mundial de Sudáfrica 2010. Navas, ésta vez, aceptó el llamado. En la justa jugó los dos primeros partidos de fase de grupos (ante Suiza y Honduras) y arrancó como titular en la final que le ganaron a Holanda. Permaneció en el cuadro titular para la Eurocopa Polonia-Ucrania 2012, en la que España reafirmó su época dorada al conseguir el bicampeonato.

Jugó tres partidos, incluido el tercero de la fase de grupos ante Croacia, en el que dio la asistencia a Andrés Iniesta para el único gol del encuentro. En la Copa Confederaciones Brasil 2013 anotó el penalti del triunfo en la semifinal ante Italia.

Navas –quien hoy jugará con el Sevilla ante el Maribor en la fecha dos de la fase de grupos de la Champions League– volvió al club rojiblanco esta temporada, luego de que militara en el Manchester City de 2013 a mayo de este año. Su regreso al club fue positivo. En los tres partidos que registra en el certamen europeo (uno de fase de grupos y dos de playoffs) arrancó los tres como titular y repartió dos asistencias.

"Su desempeño en su campo de trabajo es un reflejo de su estabilidad mental. Es un indicio que la terapia a la que fue sometido dio frutos y la cual no debe de modificarla", destaca Baptista-Neto.

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