En México, la historia debería enseñarse de una manera más apegada a la realidad, defiende José Antonio Crespo, autor de una trilogía sobre la Conquista de México, en cuya primera entrega, titulada "Antes de la conquista, anécdotas, sucesos y relatos", revela datos que él mismo califica de sorprendentes:
"Por ejemplo, que buena parte de la población eran caníbales o que no existía la homofobia. Casi todo el mundo era libre de homofobia; los homófobos eran los cristianos y los musulmanes y lo extendieron por el resto del mundo", explica en entrevista previa a la presentación que, anoche, corrió a cargo del historiador Lorenzo Meyer, quien elogió como un material que permite al lector "captar la inmensidad e intensidad del encuentro" que, dijo, fue la llave de la globalización a finales del siglo XV y principios del XVI. También participaron en la mesa el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa y el autor, bajo la moderación del periodista Javier Solórzano.
En el volumen presentado dentro de la XXVII Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia -que se realiza hasta el 4 de octubre en el Museo Nacional de Antropología-, el historiador detalla la vida
cotidiana en ambas culturas a través de una entretenida narración, asegura que la historia oficial manipula los hechos en beneficio del régimen en turno.
La idea es ampliar un poco el conocimiento, la visión de lo que mayoría de la gente entiende sobre el descubrimiento, la Conquista, la evangelización. Pero no tanto con datos y fechas, sino crónicas, anécdotas, testimonios de lo que los propios conquistadores decían, los indígenas veían, los monjes, los marineros, los colonos
A casi 500 años de la caída de Tenochtitlán, es oportuno, argumenta el autor, cuestionar la historia oficial. "Nos han enseñado que nos conquistaron los españoles, cuando en realidad, somos producto de las dos culturas y las dos civilizaciones. Es tiempo de desmitificar a Cortés, a Cuauhtémoc, a Moctezuma, a Colón, verlos como seres humanos, no como héroes o villanos. Mi libro no dice que no vino Colón, pero sí lo presenta distinto a como lo presenta la historia oficial. Los hechos son los básicos, los de siempre, pero todo lo que ocurrió pormenorizadamente en esos hechos, es lo que aquí se narra y refleja a los protagonistas más como seres humanos".