CIUDAD DE MÉXICO.- La fotógrafa Graciela Iturbide será reconocida mañana con la Medalla Bellas Artes, y expresó su emoción por dicho reconocimiento. Ella deseaba ser cineasta e ingresó al Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) para desarrollar su profesión, pero aseguró que fue cautivada por el arte de capturar imágenes.
Sobre el homenaje que se le rendirá mañana en el Palacio de Bellas Artes, donde además se le entregará la Medalla Bellas Artes, comentó: "Estoy muy feliz de que me hagan este homenaje, muy agradecida. Es un incentivo muy grande para poder trabajar más y más duro".
La fotógrafa confesó que sufre cuando deja su cámara en casa, pues deja pasar la oportunidad de capturar instantes irrepetibles, "me queda en la mente como un incentivo para estar alerta por si vuelve a ocurrir", , expresó Iturbide en declaraciones al Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Amante de la fotografía análoga, Iturbide aseguró que no está en contra de las nuevas tecnologías ni de las cámaras digitales; no obstante, "lo importante es quién está detrás del instrumento. Una cámara de cartón estenopeica, una digital o una análoga, que es la que uso, pueden ofrecer magníficos resultados".
La discípula de Manuel Álvarez Bravo (1902-2002) compartió que entre lo que más disfruta de su trabajo se encuentra el ritual de seleccionar sus cajas de material, las cuales son numerosas. "Sería imposible contar los negativos. Cada caja contiene los ensayos que he realizado en mi carrera, ahí están Juchitán (Oaxaca), los series de Sonora, los Pájaros (…)
La también galardonada con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en 2008, habló sobre sus proyectos futuros, y mencionó que en noviembre realizará una residencia de un mes y medio en Japón, la cual la entusiasma, pues será un periodo largo en el que podrá trabajar.