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García Márquez, un aficionado a las letras y el futbol

El escritor colombiano y ganador del Premio Nobel de Literatura 1982 era un hincha de tiempo completo. De hecho, en algunos de sus textos logró plasmar su pasión deportiva y se convirtió en uno de esos autores que aprendieron a gambetear con las plumas.

El balón es un objeto que no suele ser muy bien visto por los que se desempeñan en el mundo de las letras, pero con el pasar del tiempo, algunos dueños de plumas han aprendido a gambetear con ellas y a dejarse llevar por el enigmático poder del futbol.

Gabriel García Márquez, quien murió este jueves en la Ciudad de México, era uno de esos hombres que derrochaban el talento en el campo de la hoja en blanco, y que se descubrió como aficionado del balompié tras una visita al estadio.

El autor colombiano, en su obra titulada "Textos Costeños", que es una recopilación de trabajos periodísticos, redactó una pieza llamada El juramento, donde además de comentar brevemente un partido entre el Junior de Barranquilla y el club Millonarios de Bogotá, también estableció una analogía de cómo serían como autores, algunos de los futbolistas que se desempeñaban sobre el césped.

"Y qué gran crítico de artes habría sido Dos Santos- que ayer se portó como cuatro- cortándole el paso a todos los escribidorcillos que pretendieran llegar, así fuera con los mayores esfuerzos, a la portería de la inmortalidad (…) Y esto por no entrar con los Millonarios, cuyo gran Di Stéfano, si de algo sabe, es de retórica", escribió en un segmento de esa obra el Nobel de Literatura de 87 años.

Entre las hojas de esa publicación se puede apreciar a mayor profundidad el gusto de García Márquez tenía por el balompié, pues hace alusión a él en varias ocasiones, calificándolo, con su estilo divertido y despreocupado, como una manera de resolver el problema entre Oriente y Occidente, e inclusive estructura formaciones donde el delantero estadunidense sería el ex presidente Harry Truman, el atacante ruso Iósif Stalin, además de Mao Tse Tung y Winston Churchill corriendo por la cancha.

Autores como Eduardo Galeano, Juan Villoro, Ryszard Kapuscinski, entre otros, también dominaron el balón con las palabras, para exponerle a los aficionados el punto de vista literario del deporte. Ex futbolistas como Jorge Valdano, dieron el salto inverso: del pasto emigraron al papel para estrechar todavía más la relación entre la redonda y el bolígrafo.

En esta ocasión a Gabriel García Márquez le tocó sufrir la derrota en el partido contra la muerte. 'Gabo' tenía tiempo siendo un hincha del futbol, transformación que según él le había dejado una "pérdida absoluta y aceptada del sentido del ridículo", como describió en "El Juramento", escrito en donde agradece a un amigo el haberse hecho aficionado a la redonda.

La memoria de Gabo no estará separada del mundo del balón, pues además de relacionar su pluma con el balón, el Nobel de literatura fue junto al futbolista Radamel Falcao, "el modelo a seguir para los colombianos", según una encuesta realizada por la consultora Babel Group en aquel país, en abril de este año.

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