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Flavio Briatore, intriga y glamur en la F1

Se mantuvo arraigado a la Fórmula Uno a pesar de su suspensión y aprovechó el Gran Premio de Mónaco para desarrollar un nuevo negocio. Flavio Briatore creó la discoteca Billionaire Club en Montecarlo, la cual está construida dentro del Hotel Fairmont.

No siempre fue multimillonario. En su adolescencia, Flavio Briatore comenzó como un entrenador de esquí, luego gerente de un restaurante y años más tarde se asoció con Luciano Benetton, con quien abrió tiendas de su marca de ropa. Su relación con el empresario le permitió, en 1988, convertirse en el jefe del equipo Benetton de Fórmula Uno con el que ganó un subcampeonato (1994) y un campeonato de constructores (1995), además de celebrar los dos primeros títulos de Michael Schumacher.

Pero no sólo fueron éstos. Como jefe de la escudería Renault, a partir de 2001, consiguió los bicampeonatos de pilotos y constructores en 2005 y 2006, con Fernando Alonso en la escudería. Tres años después todo cambió para el empresario italiano cuando fue excluido definitivamente de la Fórmula Uno, al comprobársele el amaño del Gran Premio de Singapur de 2008.

Sin embargo, Briatore no se alejó del todo. Para mantenerse cerca creó la discoteca Billionaire Club en Montecarlo, la cual está construida dentro del Hotel Fairmont. Cuenta con terraza y alberca, desde donde se tiene una vista privilegiada de los sectores 4 al 8 del circuito del Gran Premio de Mónaco.

"Tomó la idea del Amber Lounge, que es una fiesta y desfile de modas en el que se invitan a todos los pilotos y éstos modelan ropa. Briatore replicó esa idea, sin el desfile y sin la cuestión altruista, para hacer una fiesta en Mónaco posterior a la carrera, donde el invitado principal es el ganador de la competencia. Asisten pilotos, quienes se sienten cómodos porque no se permiten paparazzis, lo que pemite que se liberen. A veces hay hasta 10 o 12 de ellos. En caso de que alguno se ponga en estado inconveniente, lo llevan a dormir al hotel", explica Carlos Jalife, experto en Fórmula Uno.

Jalife añade que además de los pilotos acuden miembros de la realeza del Principado, futbolistas, tenistas, vedettes y personalidades de la farándula. "El Gran Premio de Mónaco se corre días después del Festival de cine de Cannes. Los organizadores invitan a los actores y participantes en el encuentro cinematográfico para que asistan a la fiesta y a la carrera, con el objetivo de que ambas tomen glamur".

Briatore se mantuvo como el dueño del contrato de Fernando Alonso durante varios años, hasta que después lo vendió. Jalife sostiene que esta situación era ilegal, porque el empresario estaba suspendido de cualquier actividad relacionada con el automovilismo. En 2013, el italiano cedió el 51 por ciento de las acciones del Billionaire Club a empresarios de Singapur y se convirtió en socio minoritario. En ese año la discoteca ya tenía sucursales en Inglaterra, España y Alemania.

"Actualmente Briatore no hace nada oficialmente. El serial le quitó su suspensión de por vida por irregularidades en el proceso. En ocasiones funge como visitante. A lo que se dedica es conseguirle a algunos pilotos un lugar en una escudería con los contactos que tiene", menciona Jalife.

LA CARRERA MÁS EXCLUSIVA
El Gran Premio de Mónaco no sólo se caracteriza por los aficionados que asisten a sus gradas o por las fiestas posteriores a la carrera, el circuito de Montecarlo es uno de los más complicados de correr debido al diseño estrecho de la pista. En ésta únicamente se disputan tres fechas: el Gran Premio de la Fórmula Uno, el Mónaco ePrix de la Fórmula E y el Mónaco Classic, un evento en el que se corre con autos clásicos.

"Es la carrera más exclusiva de la Fórmula Uno y del mundo. A los pilotos les cuesta mucho trabajo rebasar. Si ellos llegaran a calcular mal, pueden estamparse con la muralla de contención. Además, es una carrera con arraigo, ya se corría ahí antes de que se creara la Fórmula Uno", menciona Jalife.

El especialista explica que los rumores de una salida del Gran Premio de Mónaco del calendario de la Fórmula Uno, a partir del siguiente año, es poco probable, debido a que los organizadores no perderían esa fecha y la ocuparían con otra carrera que les redituara los mismos ingresos.

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