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Financiamientos secretos revelan la cara oculta del futbol mundial

El deporte más popular del mundo ya tiene su propia WikiLeaks. Un portal web ha hecho temblar los cimientos del futbol al filtrar documentos de empresas que invierten millones en futuros futbolistas y permite vislumbrar una práctica financiera hermética —y ahora prohibida— para el deporte global.

El deporte más popular del mundo ya tiene su propia WikiLeaks. Y es que una página web rusa ha comenzado a revelar la cara oculta del futbol mundial. La filtración de documentos de una de las empresas más grandes que invierten millones en futbolistas que son una promesas, permite vislumbrar una práctica financiera hermética —y ahora prohibida— para el deporte global.

Invisibles incluso a los más ávidos hinchas del futbol, Doyen Sports Investments y otras empresas como ella se han convertido en una fuente esencial de financiamiento para clubes de futbol que suelen tener problemas financieros. Esos inversores les pagan a los equipos por los derechos de comercialización para seleccionar jugadores y apuestan que el valor comercial del jugador aumentará. Si eso sucede, Doyen obtiene ganancias cuando el jugador pasa de un equipo al otro.

Un portavoz de la empresa verificó que los documentos, publicados en Football_Leaks.com, eran verdaderos, pero no quiso hacer más comentarios. Esta página de origen ruso pero que está en portugués, ha hecho cimbrar los cimientos del futbol mundial

LOS PASES
Registros contables del segundo semestre de 2011 revelan que la empresa estuvo involucrada en algunos de los pases más caros del futbol con excelentes ganancias. La compañía invirtió 25.6 millones de euros (27.2 millones de dólares) por los derechos de siete jugadores, entre ellos algunos de los más caros del orbe. Doyen gastó 10 millones de euros por una participación del 33.3 por ciento en los derechos del delantero colombiano Radamel Falcao. Dos años más tarde, cuando Falcao fue vendido, la empresa obtuvo 4 millones de euros en ganancias.

Los documentos también muestran que la Doyen es dueña de los derechos mundiales de patrocinio de Neymar, el delantero de Barcelona y la selección brasileña, uno de los jugadores más celebrados del futbol. La compañía también les prestó 6.9 millones de euros a dos equipos españoles, el Atlético de Madrid y el Sporting de Gijón.

El año pasado, la FIFA, el órgano regulador del futbol mundial, prohibió a los inversores comprar participaciones en los futuros derechos de comercialización de los jugadores, la mayor parte del negocio de Doyen. La práctica —llamada propiedades de terceros— surgió en América del Sur y se expandió a gran parte de Europa, aumentando la preocupación por la influencia de los inversores sobre el deporte. Doyen ya apeló la prohibición en tribunales.

LAZOS DE MALTA
Los documentos también revelan que la fuente de financiamiento de la empresa son dos entidades que comparten domicilio con Doyen Sports en Ta'Xbiex, una pequeña ciudad de Malta. Una de las compañías, Bennington Group Assets Limited, tiene un solo accionista, Malik Ali, un ciudadano turco de algo más de 30 años. Ali, quien prestó 54 millones de euros a Doyen, según los documentos, posee todas las acciones Clase A de Doyen. El 20 por ciento restante son acciones Clase B, propiedad de otra entidad maltesa llamada Wood, Gibbins Partners Limited.

La filtración ocurre en un momento delicado para Doyen. La empresa está esperando el resultado de una demanda en el Tribunal de Arbitraje Deportivo después que Sporting Club de Portugal se rehusara a pagar las ganancias debidas al fondo por el pase del defensor argentino Marcos Rojo al Manchester United. El Sporting afirma que el contrato con Doyen es abusivo.

No se sabe el tamaño exacto de Doyen, pero su máximo responsable ejecutivo, Nelio Lucas, dijo en 2014 que la empresa factura considerables sumas de dinero, si bien sigue siendo pequeña en relación a su holding. "El grupo es financiado por familias privadas", dijo Lucas. "Está muy claro que tenemos muchas inversiones en muchas cosas. Muchos miles de millones en facturación. Entonces 100 millones son una gotita en el océano. Ahora, 200 millones son dos gotas en el océano".

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