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Encuentran 'cápsula del tiempo' en la parte trasera de una estatua de Jesús

Durante las restauraciones en una estatua de Jesús del siglo XVIII, los restauradores encontraron dos cartas de 240 años en un lugar poco probable.

Mientras restauraban una estatua del siglo XVIII, los historiadores españoles encontraron lo que parece ser una cápsula del tiempo en un lugar improbable: la parte trasera, según un reporte de National Geographic.

La estatua retrató la imagen de Jesucristo durante la crucifixión y había estado colgando en la iglesia de San Águeda en el norte de España. Al quitar una sección de la estatua tallada en la imagen de una tela, los historiadores descubrieron que la obra de arte era hueca y contenía un documento que detalla la vida en la España de fines del siglo XVIII.

Dos manuscritos, amarillas por el paso del tiempo, estaban en el fondo hueco de la estatua. Están fechados en 1777 y firmados por Joaquín Mínguez, un capellán de la catedral de Burgo de Osma.

En sus cartas, Mínguez retrata una imagen de la actividad económica y cultural cotidiana de la región. El capellán primero anota que la estatua fue creada por un hombre llamado Manuel Bal, quien realizó otras estatuas de madera para iglesias en la región. Luego describe las cosechas exitosas de varios granos como el trigo, el centeno, la avena y la cebada, y las reservas de vino.

Mínguez también nombra enfermedades como la malaria y la fiebre tifoidea que plagan la aldea durante este período.

Fuera de la vida del pueblo, Mínguez detalla el clima político de España. Él escribe que el Rey Carlos III está en el trono y que la corte española está en Madrid. La carta incluso contiene una mención de la mortífera Inquisición española, que duró de 1478 a 1834.

La naturaleza general y de amplio alcance de la carta de Mínguez significa que probablemente tuvo la intención de ser una cápsula del tiempo para las generaciones futuras, dijo el historiador Efren Arroyo al periódico español El Mundo. Arroyo agregó que es poco común que estas estatuas sean huecas, y aún más raro encontrar artefactos ocultos dentro.

Es uno de los descubrimientos más sorprendentes realizados por el grupo de restauración Da Vinci Restauro. El grupo con sede en Madrid ha trabajado anteriormente en la restauración de pinturas antiguas, estatuas y muebles antiguos.

Las cartas recuperadas fueron enviadas al Arzobispo de Burgos, donde serán archivadas. Se hizo una copia y se volvió a colocar en la parte trasera de la estatua para preservar la intención de Mínguez.

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