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El waterpolo femenil en México, sin plan de trabajo

Guadalajara será sede de los Campeonatos Mundiales de la Federación Internacional de Natación (FINA) en 2017, pero la Selección mexicana en esta especialidad, no tiene la capacidad de solventar grandes exponentes en el calendario de competencias.

En 2017, México (Guadalajara) será sede de los Campeonatos Mundiales de la Federación Internacional de Natación (FINA) pero, como ha sucedido en otras ocasiones en las que se recibe una justa de altísimo nivel, no tiene la capacidad de solventar grandes exponentes en el calendario de competencias.

El caso que preocupa, por ahora, es el del waterpolo femenil, deporte olímpico desde Sidney 2000, disciplina en la que, según José Trinidad González, entrenador de la Universidad Nacional Autónoma de México, "no hay base que se esté preparando para ese certamen".

La cosa no para ahí. Trinidad pone el índice en un lugar determinado: "Hace mucho que sabemos que somos la sede y no tenemos un plan de trabajo. Esto es culpa del sistema porque nadie asume su responsabilidad. Lo mismo sucedió con los Juegos Panamericanos 2011 (también en Guadalajara), para los cuales el equipo nacional se formó apenas dos años antes de que éstos arrancaran".

La Selección nacional que compitió hace tres años en el complejo acuático tapatío terminó en la sexta posición entre ocho inscritas. Ganó dos partidos y perdió tres. Solamente superó a Argentina y Venezuela.

El entrenador agrega carencias: falta de lugares para entrenar, pocos recursos económicos destinados a su promoción, difusión y financiamiento para los representativos de alto rendimiento. Pone como ejemplo el costo de los aditamentos, trajes de baño, gorras y balones. Los valúa en cerca de 2 mil pesos por persona. La razón, explica, es que deben ser comprados fuera del país. "Los proveedores que tienen las licencias suelen venderlos a precios inaccesibles para muchas deportistas".

Esta tarde inicia la Copa del Mundo de Waterpolo femenino Rusia 2014, en la que participan las mejores ocho Selecciones, entre ellas la española, la rusa, la húngara y la estadounidense. Se ve muy lejana la fecha en la que la mexicana logre involucrarse en el certamen que se lleva a cabo desde 1979.

Mientras en otros países, como Holanda, se diseñan programas de entrenamiento con periodos de cuatro y ocho años (ocho oros mundiales acreditan a esa potencia), en México los objetivos finales son poco ambiciosos.

"A los institutos del deporte de los gobiernos de los estados sólo les importa la imagen política de la Olimpiada Nacional. Nuestras atletas se retiran en promedio a los 20 años, una edad en la que pueden ser consideradas inexpertas para esta disciplina tan exigente".

El waterpolo femenil parece seguir la misma ruta que otras disciplinas acuáticas como la natación:no compite contra el presente, sino contra el descuido del pasado. Su máximo nivel, parece ser, es Centroamérica y sus alrededores.

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