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El universo alucinante de William S. Burroughs llega a Bellas Artes

Personajes creados por el escritor estadounidense, entre los que destacan vagabundos, fumigadores y sexoservidoras, protagonizan "Inter-Z-on-E>Universo-E/x", performance que se presentarán los días 21 y 22 de agosto en el Palacio de Bellas Artes.

La interzona, ese concepto que acuñó el escritor William S. Burroughs (1914-1997) para referirse al enclave de una realidad alterada por las drogas, es traducido a movimiento en la mente del creador de la llamada danza bizarra: Raúl Parrao.

Lo onírico y la no-lógica son los elementos que conforman el más reciente espectáculo del coreógrafo mexicano, quien en Inter-Z-on-E=Universo-E/x, toma como excusa el alucinante universo del escritor estadounidense para hilvanar fragmentos inspirados en algunas circunstancias biográficas y ficticias de su vida y obra. Es un collage que expresa la naturaleza desdoblada de Burroughs, su mundo interno y sus relaciones interpersonales, así como su transito entre Estados Unidos, México y Sudamérica, y Londres, París, Roma y Tánger.

Este cosmos de atmósferas barrocas, texturas e imágenes alucinatorias enmarca las absurdas historias en las que los personajes son guiados a través del lado más oscuro de la imaginación de Bill-Lee B, un yonqui que se cree alienígena y cuya memoria yace en un estado de conciencia alterada que nos revela parte de nuestra condición humana, mostrada con una poética y estética semejante a un rompecabezas.

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Onírico

Su danza onírica, bizarra, como Raúl Parrao la ha catalogado, se atreve a plasmar lo incoherente y a transgredir la narrativa convencional.

"A pesar del aparente caos, las imágenes son de una sobrecogedora belleza", comenta Parrao, quien en Inter-Z-on-E=Universo-E/x se atreve a plasmar lo incoherente y explora el estado alterado del sujeto y el terreno entre el mundo real y ficticio, lleno de personajes absurdos: un alienígena, un insecto, un vaquero y el delirio que se inclina hacia la locura.

Esta obra es también una metáfora de la adicción como figura de toda forma de control. En ella entendemos que vivimos en un mundo de adictos, donde los poderes del Estado y el mercado nos dominan mediante la adicción a las drogas, al dinero, al poder, al consumo, al sexo y a la palabra.

El interés de Parrao en el proceso de montaje ha sido trasladar a la danza la técnica experimental del cut-up (corta y pega) que encontró Burroughs para elaborar collages con fotografías y otras imágenes para crear sus personajes.

"De esta manera, haciendo conciencia, pido a los bailarines secuencias de movimiento que recuerden de otros montajes. Hacemos una revoltura y esas secuencias juntas tienen ahora un nuevo sentido y otra carga, justo como hacía Burroughs: tomar textos de Shakespeare y recontextualizarlos", señala Parrao.

Para la creación de este performance, el coreógrafo invitó a colaboradores como Xóchitl González en el diseño de la escenografía e iluminación, a Dadvian P. López en el diseño sonoro, a Alain Kerriou y Yoatzin Balbuena en el dispositivo multimedia y a Al Mendoza en el diseño de vestuario.

Participan además 12 bailarines del Ceprodac que dan vida a diferentes personajes. "Me gusta trabajar con la gente que se compromete, explora y traduce ideas. Busco en los intérpretes que puedan ser capaces de crear un discurso y un mundo interno a partir de lo que les pido. Dirijo su capacidad de alteridad para luego llegar a la forma, al movimiento, y de esa forma entonces tendrá un sentido. Lo que veremos son intenciones, cargas, fuerzas".

Las obras de Parrao se han distinguido por ser provocadoras y provistas de una imaginación desbordada; vanguardistas en su lenguaje y de gran elocuencia. Su trabajo ha obtenido una fuerte influencia de la ciencia ficción y del cómic. Su danza onírica, bizarra, como él mismo la ha catalogado, se atreve a plasmar lo incoherente y a transgredir la narrativa convencional.

Así lo vemos en obras como Héroes –que en 1985 ganó el Premio Nacional de Danza INBA-UAM–, Elentrayentando, Morteros, X para idiotas, Historias del legendario hotel X, The Kitchen o Planeta X.

"Uso el término de bizarro, que para mí significa mixtura de opuestos que logran crear algo nuevo, como el alebrije. Siempre he visto a mi obra como una continuidad, donde retomo personajes que han aparecido y vuelven a asomarse por momentos y reaparecen en escena, como una historia continua".

Raúl Parrao, originario de Ciudad Juárez, es director del Ceprodac. Su trabajo se caracteriza por la concurrencia de múltiples lenguajes, técnicas y estilos. En México ha sido pionero en la asimilación y convergencia de la danza con otras disciplinas, como teatro, video, instalación, multimedia y performance. De esta manera ha logrado una innovación visual, temática y de lenguaje de movimiento, y desarrollado así su propio estilo: la danza bizarra.

Esta pieza, que el coreógrafo mexicano estrenó en 2014 (INBA/Ceprodac), se presenta este viernes 21 de agosto a las 20:00 horas y el sábado 22 a las 13:00 y 19:00 horas, en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes.

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