El Super Bowl XLIX inició con una decisión que parecía lógica, Halcones Marinos de Seattle ganó el volado pero decidió entregar el balón a Nueva Inglaterra, que tuvo un dominio abrumador en las estadísticas pero no concretó sus avances para irse a la primera empatado a 14 puntos.
El plan de juego de Nueva Inglaterra funcionó a la perfección, lograron mezclar sus jugadas y su único pecado fue no convertir en puntos su evidente superioridad. La primera oportunidad que desperdiciaron fue al final del primer cuarto cuando Jermaine Lane interceptó en la zona de anotación un mal pase de Tom Brady.
La ofensiva de Seattle simplemente no pudo carburar, Patriotas recuperó pronto el ovoide y esta vez Brady ejecutó bien sus pases para abrir el marcador con un excelente pase de 12 yardas a Brandon LaFell para poner la pizarra 7-0.
Halcones Marinos logró reaccionar en su última ofensiva del segundo cuarto. El mariscal de campo Russell Wilson consiguió completar sus dos primeros pases del partido, un bombazo de 44 yardas a Chris Matthews para que el corredor Marshawn Lynch emparejara el marcador con un acarreo anotador de cuatro yardas.
La primera mitad finalizó con una gran ofensiva de 80 yardas de Patriotas que culminó con un pase de anotación de Brady para Rob Gronkowski de 22 yardas.
Sin embargo, al poco tiempo, Seattle respondió con un explosivo ataque que culminó con un pase de touchdown de Russell Wilson para Chris Matthews de 12 yardas, que dejó el marcador empatado 14-14.
Seattle tendrá la primera ofensiva del tercer cuarto.