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El libro para sibaritas

Si te consideras -o conoces a alguien que lo sea- un enólogo elitista, existe una publicación que devela las mejores etiquetas del mundo; algunas inalcanzables aunque cuentes con todo el dinero del mundo.

The Impossible Collection of Wine: The 100 Most Exceptional Vintages of the Twentieth Century es la nueva entrega de la Ultimate Collection de la editorial Assouline, que cuenta también con The Impossible Collection of Cars, The Impossible Collection of Jewelry y Arabian Horses: The Ultimate Collection of Equine Beauty. Compilado por uno de los mejores sommeliers del mundo, Enrico Bernardo, el libro destaca 100 vinos notables de diversas épocas y partes del mundo. En cada entrada, el autor agrega una descripción que incluye detalles sobre la bodega, en muchos casos de tono personal, y notas sobre la cata; él es el sommelier de pie frente a su mesa que le vende la botella.

La colección comienza con el d'Yquem 1811, hoy imposible de encontrar (Bernardo señala que otras cosechas legendarias, como las de 1983 y 1923, siguen disponibles para los fanáticos de Yquem). También se destaca el Krug 1928. El especialista asegura que abrió una botella del legendario champán ante Olivier Krug y describe aromas de regaliz, caramelo de dulce de leche y pimienta envueltos en humo y avellana. "Es un acompañamiento ideal para la carne de venado con salsa cazadora", concluye. Sin duda.

Pero para algunos, lo que realmente más se destaca en este volumen es el arte supersónico, un regalo para los ojos en el formato extra grande del libro. Hay desde una reproducción excelente de Bouteille, verre et journal sur une table de Picasso, hasta lo más especial, una foto en blanco y negro de una Jackie Kennedy radiante poniendo la mesa. En la página de enfrente se ve una copia garabateada del menú de un almuerzo organizado en 1961 en la Casa Blanca para el príncipe Rainiero y la princesa Grace de Mónaco. Para la comida, Kennedy y su chef maridaron cangrejos de caparazón blanda a la almendra con un Puligny-Montrachet 1958 y sirvieron las fresas Romanoff con un Dom Pérignon 1952. Es el tipo de imagen que hace que uno desee abrir el libro una y otra vez y supera la cita muy precisa de Roahl Dahl sobre el vino que aparece hacia el final de The Impossible Collection: "¡Siente este perfume por mí! ¡Respira este aroma! ¡Saboréalo! ¡Bébelo! ¡Pero nunca trates de describirlo!".

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El problema es que esta nueva edición ya se agotó (¡como ciertos vinos muy selectos!). Pero por sólo algunos dólares más, como dicen, usted puede conseguir un ejemplar firmado por mil dólares. De hecho, a tal nivel de elitismo enológico, eso suena incluso más pertinente.

POR QUÉ VALE LA PENA
Quizás algunos crean que sería mejor invertir varios cientos de dólares en vino que se pueda beber, en vez de un libro que sólo permite leer al respecto. Y no faltan a la verdad. Pero si uno quiere profundizar sobre botellas verdaderamente épicas e impresionar a la gente con su conocimiento sobre vinos que (probablemente) no pueda comprar por más dinero que tenga, este libro es un activo valioso, especialmente si usted (o la persona a la que se lo regale) tiene espacio en la bodega para exhibirlo.

OBRA FUNDAMENTAL
Un libro de edición limitada encuadernado a mano que describe en detalle las grandes cosechas del siglo 20, con etiquetas, fotos icónicas e historias notables sobre cada vino, en una caja de madera.

Competidores: la verdad, ninguno. La mayoría de los libros sobre vinos cuesta menos de 50 dólares, y después están los que vienen con descuento en Amazon.com.

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