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El 'jockey' mexicano que busca la inmortalidad...

Víctor Espinoza superó un pasado lleno de carencias para vivir un futuro como inmortal en la historia de las carreras de caballos. De ganar el próximo sábado el Derby de Kentucky, se convertirá en el cuarto jinete en la historia y primer latinoamericano que lo consigue en cuatro ocasiones.

Las 3 mil 319 victorias que colecciona en su carrera, la Triple Corona conseguida en 2015 y su próxima inducción al Salón de la Fama del Museo Nacional de las Carreras de Caballos de Estados Unidos ponen a Víctor Espinoza como el mejor jockey mexicano en la historia. Mario Gutiérrez –su compatriota y último ganador del Derby de Kentucky- en sus primeras 13 temporadas como profesional registra 5 mil 613 carreras y mil 10 victorias, menos de la mitad de las que obtuvo el hidalguense en sus inicios, en ese mismo periodo (12 mil 832 y mil 950, respectivamente).

"Por ser el único nacido en territorio nacional que ganó la Triple Corona y que lo hizo después de 37 años de que no sucedía, se merece ese reconocimiento", señala Arturo Ruiz García, exentrenador de Espinoza, en entrevista para El Financiero. "Su inducción al Salón de la Fama confirma lo que ha hecho en más de dos décadas de trayectoria".

Ruiz García recuerda cómo conoció al jinete. Mientras se encontraba sentado dentro de la oficina de su cuadra, ubicada en Naucalpan, Estado de México, a principios de la década de los 90, un adolescente pasó por el umbral de la puerta. Se presentó como Víctor Espinoza y le dijo que quería aprender a correr con caballos purasangre. Venía recomendado por un caballerango de Villahermosa, Tabasco, al que le cuidaba sus animales. Aceptó entrenarlo y le preguntó que cuando quería iniciar. "Cuando usted me diga", respondió el joven.

VÍCTOR ESPINOZA
Fecha y lugar de nacimiento: 23 de mayo de 1972, Tulancingo, Hidalgo
Peso: 51 kilos
Estatura: 1.55 metros
Carreras: 21 mil 679
Primeros lugares: 3 mil 319
Segundos: 3 mil 183
Terceros: 2 mil 936
Ganancias cosechadas: 193
millones 254 mil 251 dólares
Promedio por carrera: 8 mil 914 dólares

El entrenador comparte que le adaptó un dormitorio arriba de su oficina, porque no tenía donde quedarse. "Se vino sin nada a Naucalpan. Le compré unas colchonetas y cobijas para que pudiera taparse cuando se fuera a dormir".

Los entrenamientos del joven comenzaron en un artefacto de ligas que simulaba la forma de un equino, con el que practicaba su equilibrio. Ruiz García corregía la postura de sus rodillas y talones. Sostiene que tuvo una ventaja sobre resto de los aprendices: sabía montar caballos de cuarto de milla, que son menos altos y rápidos que los purasangre. Esa experiencia le sirvió para adaptarse más rápido.

"La clave de su éxito siempre fue su disciplina y que nunca tuvo vicios. Tuvo oportunidad de distraerse en el billar que había en la cuadra, pero nunca lo hizo. Hasta la fecha se mantiene de la misma forma. Es un atleta, siempre estaba saltando la cuerda, que es vital para mantener el peso del jinete", menciona.

El debut de Espinoza llegó seis meses después de su llegada, en el Hipódromo de Las Américas de la Ciudad de México. En lomos de X-3 obtuvo la primera victoria de su carrera. "Ganó fácilmente, por 10 largos", detalla el entrenador. Ese fue el comienzo de una seguidilla de triunfos que le llevaron a ganarse el reconocimiento del resto de los jockeys y entrenadores.

Ruiz García cuenta que los fines de semana le pedía permiso para ver a su familia en Tulancingo, Hidalgo, localidad en la que nació.

"Cuando era niño empezó a montar por diversión a los borregos y vacas del rancho en el que vivían sus papás. Fue el undécimo de 12 hijos. José Luis y Leobardo, dos de sus hermanos, también fueron jinetes. La familia lo lleva en la sangre. El primero tuvo una caída en Nueva York que le lastimó la nariz y le impidió seguir en las carreras. El segundo se mantiene activo, también corrió en la Ciudad de México y en el extranjero", dice Brenda Espinoza, sobrina de Víctor.

Cuando el jockey tenía 13 años emigró, junto a otros miembros de la familia, a la Ciudad de México. Su sobrina confirma que consiguió trabajo como cobrador de camiones del paradero de autobuses de Indios Verdes, ubicado al norte de la capital. Tiempo después se fue a Villahermosa, ciudad en la que decidió que quería ser jinete de caballos purasangre.

Ruiz García dice que perdió la cuenta de las carreras que ganó junto con Espinoza en el Hipódromo. En alguna ocasión, recuerda, se le acercó para decirle que quería probarse en Estados Unidos. "Me pidió su contrato, porque sin él no podía conseguir trabajo allá. No pude decirle que no", afirma.

Espinoza viajó a California en busca de una oportunidad para hacerse jinete profesional en Estados Unidos. Pero también sufrió dificultades. El hidalguense recordó que hubo un momento en el que se quedó dormido en las calles, porque no tenía dinero para pagar un cuarto de hotel. "Pero como buen mexicano pude sobrevivir, luego me dieron oportunidad de ser ayudante en un hipódromo y posteriormente me contrataron como jinete", dijo luego de recibir el Premio Nacional de Deportes 2016.

Desde entonces registra 9 mil 438 podios, entre los que destacan las siete victorias entre el Derby de Kentucky, Preakness Stakes y Belmont Stakes, las tres carreras de caballos más importantes de Estados Unidos. De ganar el próximo sábado la primera de las que conforman la Triple Corona –a la que saldrá en lomos de Gormley- se convertirá en el cuarto jinete en la historia y primer latinoamericano que lo consigue en cuatro ocasiones.

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