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El Giro de Italia cumple 100 ediciones

Italia se embellece con su fiesta a la bicicleta; la odisea más bella del ciclismo da color y vida a todo mayo. En ese país, el ciclismo, el automovilismo y el futbol son actividades que despiertan pasión en los tifosi.

Mayo se viste de rosa en el calendario mundial. El Giro de Italia es la carrera más bonita del Gran Tour, que conforman tres grandes: el Giro, el Tour de Francia y La Vuelta a España; mayo, julio y agosto, respectivamente. Para el público en general, quizá el Tour de Francia tenga más fama; cae en verano, el último día en los Campos Elíseos es una joya y la mercadotecnia a su alrededor (más la atención mediática) lo ha colocado como la carrera más famosa del mundo.

En Italia, el ciclismo, el automovilismo y el futbol son actividades que despiertan pasión en los tifosi, esta pasión siempre va acompañada de la cultura del deporte, el respeto y hasta la veneración por los corredores. Difícilmente se podrá ver a un aficionado italiano tomándose una selfie al paso del pelotón, poniendo en riesgo a los ciclistas y a sí mismo, cosa que sucede al contrario con los turistas de los que se infesta la justa, aficionados sí, pero turistas que quieren estar y no necesariamente sentir lo que es el verdadero entusiasmo por el ciclismo.

Los paisajes, altimetrías y vistas, tanto del Giro como del Tour, son aspectos parecidos, ahí el gusto de cada quien toma partido, ambas carreras ofrecen un verdadero espectáculo.

Los organizadores del Giro se encargan de trazar rutas durísimas en cada edición, con muchos puertos y equilibrando muy bien los tipos de etapa para balancear las posibilidades de distintos corredores, ya sean en llano, contrarreloj o llegadas en alto. Aunque las carreras de ciclismo por lo general se deciden en la montaña.

Más de un corredor profesional ha declarado que ganar el Giro brinda mayor caché dentro del mundo del ciclismo, sin olvidar que llevarse la victoria en el Tour definitivamente añade fama fuera del círculo mundial del deporte.

Un aspecto que hace al Giro mucho más duro que el Tour es el clima. En mayo, en la bella Italia, los corredores experimentan calor y frío, mucho frío con algunos puertos de montaña todavía con nieve, e incluso les caen tremendas nevadas que acrecientan la dureza de los altos puertos italianos.

El país entero se viste de rosa, se decoran las calles y pueblos por donde pasa el Giro, todo en rosa. ¿Por qué en rosa? Muy fácil, el color del papel sobre el que se imprime el legendario periódico La Gazzetta dello Sport (creador de esta competencia), es rosa, es por eso que con tino mercadológico, hace ya muchas décadas se decidió usar el mismo color institucional en la carrera.

El Giro no finaliza en Roma, termina en Milán, sede de la casa editorial del periódico. En sus inicios, se acostumbraba el suéter negro para diferenciar al último lugar de la carrera, lo que resultaba bastante peleado por los corredores que ya no tenían oportunidad de ganar, ya que brindaba la misma fama o más que el de líder. Uno de los corredores que en aquella época alcanzó gran fama por portar el suéter negro, fue ni más ni menos que Giovanni Pinarello, fundador de la legendaria marca de bicicletas, que una vez retirado del ciclismo incursionó en el diseño y producción de bicis, logrando fama mundial hasta ahora.

El Giro de Italia sufrió dos parones obligados por la Primera y la Segunda Guerra Mundial, donde historias heroicas se descubrieron años mas tarde, como el caso del corredor Gino Bartali, que durante la guerra se dedicó a entrenar, pero también, de manera camuflada dentro de los tubos del cuadro de su bici, llevaba papeles para ayudar a judíos a escapar del terror de la persecución, hecho que se conoció años después y encumbró en lo más alto a este corredor de corte tradicional, un héroe de aquellos años 40 que protagonizaba la Italia campesina, trabajadora, dura.

Como eternos rivales, estaban el mítico Fausto Coppi (también de origen campesino) y Bartali, personalidades encontradas, estos dos héroes dividieron a una Italia ya separada por la política, pero a la vez la unieron en una pasión: el ciclismo.

La gran tradición, incluso en el diseño y producción de bicicletas, como Bianchi, con más de 135 años —la más antigua del mundo—, su conocida calidad, su inconfundible color celeste y sus victorias en cientos de carreras, desde Coppi, pasando por Pantani, hasta la presente edición… Otras marcas como De Rosa, Colnago, Cipollini, los zapatos SIDI y ropa especializada, son íconos de un país cuya pasión por el ciclismo y la vanguardia nos hace suspirar.

Hasta el trofeo que se lleva el ganador es una joya en diseño
y buen gusto.

El Giro de Italia es la carrera más grande de ciclismo en el mundo. Desde el pasado 5 y hasta el 28 de mayo se llevara a cabo esta gesta heroica, que es un remanso de paz, una exaltación de las cualidades humanas representadas en una justa deportiva del más alto nivel; el sacrificio, el trabajo en equipo y las agallas son sólo algunos de sus valores. 21 etapas para recorrer 3 mil 572 kilómetros en total. 22 equipos forman el pelotón de 197 corredores que llenarán de color la Italia que este mes se viste de rosa.

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