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El FBI acecha a Blatter; el nerviosimo político baja

Rusia ha relajado su posición política en torno a la corrupción en la FIFA tras el anuncio de que Joseph Blatter ya no será más el presidente del órgano con sede en Zúrich. ¿Cuál será el siguiente paso de la justicia estadounidense?

Estados Unidos lleva las investigaciones de corrupción dentro de la FIFA a niveles nunca sospechados. Ayer por la tarde, The New York Times reveló que fuentes cercanas al FBI le confirmaron que el recién dimitido presidente de la FIFA, Joseph Blatter, figuraba en el "foco de las investigaciones" que desde hace meses involucran a altos funcionarios del organismo rector del balompié internacional. La versión, que fue confirmada momentos después por ABC News, sostiene que el buró ha solicitado la colaboración de otros funcionarios de la FIFA para aclarar las sospechas de un sistemático juego de chantajes, sobornos y blanqueo de dinero en varias confederaciones que conforman a la entidad jurídica con sede en Zúrich.

Blatter renunció a su quinto mandato (es presidente desde 1998) cuatro días después de ganar las elecciones internas el pasado 29 de mayo. "He dedicado 40 años de mi vida a la FIFA y al increíble mundo del futbol; aprecio más a este organismo que a cualquier otra cosa y sólo quiero lo mejor para ella", aseguró el suizo.

Aunque en un principio la FIFA negó la responsabilidad de Jerome Valcke, brazo derecho de Blatter, en un traspaso de 10 millones de dólares del Comité Organizador del Mundial de Sudáfrica 2010 a la Concacaf, ayer por la noche (hora de la Ciudad de México) aceptó que éste sí transfirió ese monto a cuentas custodiadas por Jack Warner, ex presidente de la región Norte, Centroamericana y del Caribe, cuyos dos hijos, Daryan y Daryll, colaboran con el FBI desde que se iniciaron las pesquisas por blanqueo de dinero.

Blatter se mantendrá al frente de la FIFA hasta que su Congreso determine la fecha de nuevas elecciones. Por lo pronto ha nombrado a Domenico Scala, presidente independiente de la Comisión de Auditoría y Cumplimiento, como el encargado de poner en marcha las reformas estructurales del organismo.

Entre los planes se encuentra la disminución del número de miembros del Comité Ejecutivo. También se contemplan cambios en los procesos de selección de los mismos.

Occidente, a través de la Comisión Europea, dejó en claro la postura poco después del anuncio. "Es el momento de cambiar las reglas. El prestigio del futbol está en juego", declaró en un comunicado más diplomático que severo.

Michel Platini, presidente de la UEFA y uno de los más críticos con Blatter, se ha colocado como parte de los principales candidatos a sustituirlo. El ex astro de la Selección francesa había anunciado que antes de la final de la Champions League, que se juega el sábado próximo en Berlín, el organismo que preside pondría tajantemente sus cartas sobre la mesa ante la resistencia del funcionario a dejar el despacho. No ha sido necesario que la sangre llegue al río. Blatter se ha hecho a un lado ante la presión de la inteligencia estadounidense.

En respuesta, el presidente de la Unión de Futbol de Rusia, Nikita Simonyan, aseguró que en caso de que Platini presentara su candidatura para dirigir los destinos de la FIFA (la sesión se podría realizar entre diciembre de este año y marzo del año entrante) apoyaría su postulación. El tono de la frase hace suponer una relajación del Kremlin sobre el caso. A la víspera de las elecciones del viernes pasado, el presidente Vladimir Putin manifestó con severidad su rechazo a la que llamó intervención estadounidense en las decisiones de la FIFA. Putin alegó que Estados Unidos buscaba desacreditar las elecciones que otorgaron a su país su primera sede de la Copa del Mundo y hacía sospechar un eventual regreso del certamen a canchas americanas.

La Federación Inglesa de Futbol también dio un ligero viraje al tono diplomático. Anteayer buscaba un frente común para "boicotear" el Mundial ruso. Ante la salida de Blatter dijo que "esta es una gran noticia para el futbol, que debió llegar hace años".

Coca-Cola, Visa y Budweiser, principales patrocinadores de la FIFA, respaldaron la postura del hombre que incrementó las ganancias en un 44% entre 1990 y 2014, según Forbes. "Creemos que esta decisión la ayudará a transformarse en una institución del siglo XXI", aseguró la refresquera en un comunicado.


EUROPA PUEDE PONER EN ORDEN LAS COSAS

"La FIFA era una cueva de ladrones", asegura Rafael Fernández de Castro, académico del ITAM y doctor en ciencia política por la Universidad de Georgetown, sobre la crisis más severa que ha padecido el futbol organizado.

Los europeos -dice- son los que tienen el futbol más aceitado del mundo, tienen las mejores ligas. "Después de la final del Mundial, la final de la Champions es el evento más visto y finalmente me parece que hay más honorabilidad en la federación europea". Según él, la mayoría de sus países no tendrían ese grado de corrupción porque serían castigados por sus propios sistemas legales.

Fernández de Castro encuentra una cierta esperanza con la salida de Blatter. "Al menos con Europa hay una especie de garantía de que no habrá corruptelas si ese grupo está al centro de la organización. Estados Unidos debe entender que también estará sujeto al Estado de Derecho internacional".

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