After Office

El Extraño Caso de Tai Chi y Té Chai

Imagínate trabajar en un banco, tomar prestado millones de yuanes, utilizar el dinero para comprar lotería, hacerte millonario, reponer el dinero y vivir feliz con el sobrante. Esa es la historia de esta obra de teatro, que mezcla clown y bufón, y se presenta esta noche en el Foro Shakespeare.

¿A qué le tiran los chinos cuando sueñan? Al igual que los mexicanos, a hacerse ricos con la lotería.

Políticamente incorrecta, la puesta en escena El Extraño Caso de Tai Chi y Té Chai, que se presenta esta noche en el Foro Shakespeare, da las claves para hacerse rico sin esfuerzo: trabajar en un banco, tomar prestado millones de yuanes, utilizar el dinero para comprar lotería, hacerse millonario, reponer el dinero y vivir feliz con el sobrante. Así de fácil.

Tai Chi y Té Chai es un viaje de opio, así lo describe el actor Artús Chávez, una realidad paralela, absurda y grotesca ejecutada con clown y bufón por una de las compañías más respetadas del género, La Piara, integrada por Chávez, Madeleine Sierra y Fernando Córdova.


La historia del montaje inició cuando Artús Chávez, sentado en la banca de un parque en Barcelona, leyó la nota de dos gerentes del Banco Agrícola de China que habían tomado de la bóveda 51 millones de yuanes (alrededor de 8 millones de dólares) para comprar billetes de lotería de "rascar y ganar". Su plan era ganarse la lotería, regresar el dinero a la bóveda y quedarse con el sobrante.

La brillante idea no funcionó la primera vez, así que lo volvieron a hacer. Ambos hombres fueron acusados de malversación de fondos y ejecutados en 2008. Antes de morir dijeron: la lotería es un timo.

Artús Chávez, con periódico en mano, voló a Madrid para reunirse con la directora y dramaturga italiana Elena Olivieri. Le propuso hacer la obra con tres personajes, Tai Chi, Té Chai y, como necesitaban un villano, sugirió meter un panda, emblema de China.

La directora, egresada de la escuela de Philippe Gaulier, acepta que al principio no estaba convencida, sentía que algo le faltaba a la historia.

"La noticia se me hacía, dramatúrgicamente hablando, muy anecdótica. La propuesta original era de que fuera puro clown, dije: "va, pero no puede ser sólo clown". Para mí tenía que ser bufón", platica Elena Olivieri.

"El clown es un humor más blanco e inocente, el plan de robar un banco para comprar lotería y volverse millonarios es un plan absurdo, inocente, tonto y la parte de crítica social es bufón, la adicción al dinero, la pena de muerte y ese comunismo-capitalismo desenfrenado de China".

Artús Chávez, quien interpreta a Té Chai, platica que a la compañía le costó trabajo desprenderse del clown y entrarle al ácido humor del bufón. Elena Olivieri les dio un curso intensivo.

"Los primeros días les costó entrar. Les pedía chistes de humor negro y me acuerdo que Madeleine me traía unos muy inocentes. El bufón es muy crítico, tiene que ser muy fino, no es agresivo, pero sí tienes que pasarte de la raya y atreverte a ser vulgar, provocativo y sexual", recuerda Olivieri.

El resultado es una obra hilarante y extraña, efectivamente un viaje de opio, con dos personajes inocentes, Tai Chi y Té Chai, que son engañados por un perverso panda junkie que busca vengarse de los banqueros y los motiva a "tomar prestado de la bóveda" para comprar billetes de lotería. Durante toda la obra hay una crítica muy fina a esta relación amor-odio entre Estados Unidos y China.

"El otro día en Madrid me compré un monedero con la imagen de la Virgen de Guadalupe en una tienda china, si esto sigue así, dentro de 50 años todos trabajaremos 28 horas al día, sin día de descanso y viviremos en un cuarto de un metro cuadrado. La reflexión que me queda es esta idea de comunismo, de lucha colectiva hacia un mismo sueño aplicado a un capitalismo brutal, fenómeno que me asusta un poco", finaliza la directora Elena Olivieri.

El Extraño Caso de Tai Chi y Té Chai se presenta esta noche en el Foro Shakespeare y tendrá dos funciones más en el Teatro del Parque Interlomas, el 19 de noviembre y el 17 de diciembre, dentro del ciclo Jueves de Risa.

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