Los amantes del boxeo estarán al pendiente de lo que llegue a suceder en el ring cuando Floyd Mayweather Jr. y Manny Pacquiao diriman la supremacía del peso welter a puñetazos. Todavía no hay nada confirmado, pero existe gran expectativa por la pelea; sin embargo, Roberto Durán, expugilista panameño, asegura que tanto el estadounidense como el filipino están "acabados".
Manos de Piedra asegura que el entusiasmo de presenciar el duelo ha disminuido con el paso del tiempo debido a las situaciones que han envuelto a ambos. "A Mayweather le han regalado varias peleas, Pacquiao se mantiene irregular", dijo el centroamericano, quien agregó que era preciso recordar que el filipino ya ha vivido las consecuencias de caer por la vía del cloroformo.
Money tiene 37 años y Pac-Man es uno menor. El estadounidense se mantiene invicto con 47 triunfos (26 KO), mientras que el isleño tiene un registro de 57 victorias (38 KO), cinco derrotas (tres por caer a la lona) y dos empates.
"¿Has perdido dos veces y vienes a rogar por la misma cantidad de dinero? Eso no sucederá", dijo Mayweather a Pacquiao cuando accedió a que empezaran las negociaciones para la organización del combate, para el cual inclusive fijó una fecha: 2 de mayo de 2015.
El deportista mejor pagado de 2014 (105 mdd, según Forbes) ofreció la pelea al asiático hace cinco años, pero éste se negó a realizarse pruebas de sangre y además rechazó una oferta de 40 mdd.
Pacquiao lanzó el reto a su rival después de haber vencido a Chris Algieri en Macao, China (23/11/2014). Desde entonces Bob Arum, representante del retador, afirma que ya ha platicado con Leslie Moonves, presidente de la CBS Corp. Esta empresa maneja Showtime, la cual es una marca de televisión por suscripción que tiene contrato con Mayweather para dos peleas en mayo y septiembre del próximo año.
Los verdaderos pugilistas ya son parte de la historia según el panameño retirado, quien comentó que "ya no hay boxeadores" y que ve "mal" al deporte. Durán se queja de la falta de carácter de éstos y dejó en claro que si alguno de sus rivales lo hubiera acusado de tener miedo antes de una pelea, le habría pegado en la calle. "Así está el boxeo y no lo podemos remediar", dice el hombre de 63 años.