After Office

Distinguirse tiene un precio

El objetivo de Corthay no es abarcar el mercado de calzado. Su fin es satisfacer a los más exigentes con diseños coloridos y hechos a la medida. Cada par puede llegar a costar aproximadamente 10 mil dólares. 

La exclusividad siempre ha sido sinónimo de moda. Sin embargo, ahora las grandes empresas del glamour se ven rebasadas por el nuevo concepto de tiendas pequeñas que ofrecen artículos reducidos y poco convencionales que no tienden a acaparar el mercado, sino ofrecer a sus clientes productos seleccionados y en cantidades pequeñas que compiten con el mercado de lujo.

El ecosistema de este mundo ha vuelto la mirada hacia los nuevos productores que procuran mantener la intimidad de la experiencia durante la compra, a diferencia de las grandes empresas de lujo que pelean por competir y establecerse en los mejores espacios de venta.

La marca de zapatos Corthay es un ejemplo de ese glamour en un núcleo reducido. Fundada en 1990 por Pierre Corthay, posee solamente seis locales distribuidos en Europa, Asia y Medio Oriente, pero ofrece a sus clientes un concepto diferente y distintivo en el calzado con diseños coloridos y hechos a la medida.

Sin importar el costo, los amantes de lo exclusivo buscan y otorgan más valor a los productos únicos y refinados, y poco apuestan por traer artículos de casas de moda reconocidas a nivel mundial.

Un par de zapatos de esta pequeña firma se puede encontrar en el mercado aproximadamente en 10 mil dólares. Los precios de los modelos prêt-à-porter como el Casanova Oxford, parte de los mil 500 dólares, aproximadamente. La compañía tiene alrededor de 500 clientes que gustan de sus modelos únicos y con las características necesarias que ellos buscan. Estrellas del deporte como Rafael Nadal o actores como Clive Owen y Cate Blanchett prefieren este tipo de concepto.

Tiendas diferentes y exclusivas como Saks, ofrecen este producto.
Ahora que lo original y único se ha convertido en tendencia, las grandes marcas de lujo como LVMH Moët Hennessy y Louis Vuitton, presentan dificultades para hacerse presente y definir una clara presencia mundial con sus prestigiosos artículos.

En particular, el mercado de China ha visto caer las ganancias de las grandes compañías dedicadas al mundo de la moda; incluso Louis Vuitton se ha visto debilitada.

El mundo del glamour ahora gira en torno a lo escaso, característica que buscan los clientes en artículos distintivos que los haga sentir originales y estas pequeñas casas de moda deben seguir bajo el lema y estandarte que han llevado: "El desafío es ir demasiado rápido y pasar de difícil de encontrar, a difícil de pasar por alto".

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