After Office

Destilado impregnado de surrealismo e irreverencia

Casa Cuervo eligió al artista plástico Pedro Friedeberg para intervenir por primera vez la botella de Tequila 1800 Milenio, la cual tendrá una edición limitada de 550 piezas.

SOBRE EL ARTISTA
*Ha expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo de Arte Contemporáneo en Chicago, el Museo de Arte Contemporáneo en Nueva Orleans, el Museo de Louvre en París y el Museo de Israel en Jerusalén.

*Su pieza emblemática es Hand Chair, premiada en la Bienal de Córdoba, Argentina, en la Exhibiciónón Solar en la Ciudad de México y en la XI Bienal de Artes Gráficos, entre otras.

*Pertenece al grupo de surrealistas mexicanos del siglo XX, junto con Gunther Gerzso, Mathias Goeritz, Leonora Carrigton y Remedios Varo.

El universo creativo de Pedro Friedeberg está saturado. De formas, colores, patrones y grecas. Imaginación e irreverencia son sus sellos distintivos.

Por la calidad de sus piezas y la permanencia de su trabajo fue elegido por Casa Cuervo para intervenir, por vez primera, la botella de Tequila 1800 Milenio.

"Me gusta el tequila, es una de mis bebidas favoritas, igual que el mezcal", comparte el el artista plástico de 81 años, quien es reconocido como el último de los surrealistas mexicanos.

Para decorar la edición limitada de 550 piezas del destilado, Friedeberg eligió líneas y grecas, elementos distintivos de su trabajo. Realizados en relieve sobre la botella de vidrio, son un referente a sus primeros acercamientos con la arquitectura que datan de 1966.

"Pueden ser muchas cosas, lugares increíbles, palacios extraordinarios y paisajes de ilusión", refiere.

Al interior se encuentra una selección de los mejores agaves jaliscienses. Añejado por hasta 40 meses en barricas de roble americano y cuatro meses más en barricas de roble francés, el resultado es un destilado que fusiona el sabor de la madera y el agave. Tiene toques de canela, higo, miel y especias.

Ideal para beberse solo a temperatura ambiente, lo puede acompañar con el puro de su preferencia, postres y una tabla de quesos. La edición Pedro Friedeberg sólo se comercializará en México. Cada botella viene numerada y tiene un precio de 3 mil 500 pesos.

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