La típica parrillada o barbecue estilo texano, con todo y el ambiente campirano, se cocina con fidelidad en el Pincho Gringo, y sí, atiende un gringo.
En un terreno en la Narvarte, del que sólo queda el suelo de azulejo viejo y las paredes derruidas del edificio que antes se irguió en ese lugar, el neoyorquino Dan DeFossey colocó un foodtruck que trajo manejando desde Mc. Allen, y unas mesas de madera con bancas.
Al entrar, el olor de la carne y la disposición del lugar traslada a los comensales a una auténtica parrillada gringa con cortes de carne, recetas y técnicas tradicionales de Texas, servidos sobre un papel estraza o en sándwich.
Aquí la carne se cuece a fuego lento durante 14 horas para que se impregne de su jugo y de los ingredientes con que previamente fue maridada.
Se sirven costillas de cerdo, brisket (el pecho de la vaca), pull pork y salchichas ahumadas; de guarniciones, los típicos frijoles dulces con BBQ, Mac & Cheese, ensalada de col y de papas.
Los platillos maridan muy bien con la cerveza de barril del lugar: clara, ámbar u oscura.