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Deportistas de invierno, a la deriva

Los cuatro integrantes de la delegación mexicana en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno no recibieron apoyo de la Conade y autofinanciaron  su preparación.

El primer triunfo de la delegación mexicana que participará en los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang –según Carlos Pruneda, jefe de misión– es la clasificación de sus cuatro integrantes. Está empatada –con la que participó en Salt Lake City 2002– como la más numerosa que ha asistido a la justa invernal en las últimas cinco ediciones y sólo es superada históricamente por los 24 que asistieron a Albertville 1992 y los 12 de Calgary 1988.

Pruneda fue uno de los integrantes que participó en la justa canadiense. Lo hizo en esquí en dos modalidades: slalom y slalom gigante. En ninguna pudo concluir la competencia y no alcanzó a ser considerado en el ranking de ninguna de las pruebas. El ex esquiador recuerda que en aquella ocasión tuvo que pagarse sus entrenamientos y viajes para prepararse para las Magnas Justas.

Treinta años después de aquellos Juegos Olímpicos no han cambiado las cosas para los representantes nacionales. Pruneda niega con la cabeza cuando se le pregunta si hubo apoyo económico de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) y que personalmente sólo pudo darles una ayuda, aunque no específica cuál.

"Todos los miembros de la delegación se autofinancian sus viajes y entrenamientos", sostiene. "Competirán en los Juegos Olímpicos gracias a que el Comité Olímpico Mexicano pagó los boletos de avión y los uniformes de los atletas, y que el hospedaje lo brindará la villa olímpica. Pero las despensas de sus competencias, incluidas en las que ganaron su clasificación a Corea, las tuvieron que pagar ellos".

Germán Madrazo (cross country), Robert Franco (esquí estilo libre), Rodolfo Dickson y Sarah Schleper (esquí alpino) son los cuatro integrantes. Ninguno vive en México y en el caso de Dickson y Schleper cuentan con doble nacionalidad. El primero nació en Puerto Vallarta, pero obtuvo la nacionalidad canadiense cuando sus padres lo adoptaron. La segunda nació en Colorado, pero se naturalizó mexicana después de que se casara con Federico Gaxiola, un corredor de bienes raíces mexicano que vive en Estados Unidos.

Schleper participará en sus quintos Juegos Olímpicos de Invierno. Sus cuatro anteriores participaciones fueron en Nagano 1998, Salt Lake City 2002, Torino 2006 y Vancouver 2010, pero bajo la bandera de Eu. La esquiadora tenía la intención de estar en Sochi 2014 como mexicana, pero sus papeles de naturalización llegaron un mes después de que la justa rusa terminara.

Pruneda reconoce que la decisión de Schleper de participar como mexicana se debe, en parte, a que como estadounidense sería difícil que clasificara a Pyeongchang, debido a la fuerte competencia interna que existe en ese país. En cambio, le es más accesible en México porque la competencia es casi inexistente.

"Pero su decisión no sólo es por ese motivo. También es por el amor que le tiene a México, porque es la tierra en la que nació su esposo", justifica Pruneda.

El directivo dice que el esquí puede ser una opción fuerte para que México tenga representantes en las siguientes dos ediciones de los Juegos Olímpicos de Invierno: Beijing 2022 y con sede por definir para 2026. Por lo anterior fundó la Federación mexicana de esquí el año pasado, en la que funge como presidente.

Pruneda explica que él y varios visores captarán a los jóvenes talentos que hay en México y algunas partes de Estados Unidos, como Colorado. Dice que en este estado se encuentra Vail, una región en la que –calcula– el 30 por ciento de su comunidad tiene raíces mexicanas. La localidad colinda con las Montañas Keller y Battle, en las que se practican esquí y otros deportes invernales.

"En los próximos meses me acercaré con las asociaciones de esquí de Vail que cuentan con jóvenes mexicanos. Ellos pueden ser un semillero no explotado y con un buen trabajo de convencimiento podrían representar al país en las siguientes ediciones de las Magnas Justas", explica el ex esquiador.

La delegación mexicana nunca ha ganado una medalla en la historia de los Juegos Olímpicos de Invierno. Su mejor participación fue el undécimo puesto que consiguió el equipo de bobsleigh en Sankt Moritz 1928.

El jefe de la misión menciona que es arriesgado pronosticar una medalla para alguno de los cuatro integrantes de la delegación, pero Dickson y Franco tendrán las mejores oportunidades de conseguir resultados positivos.

"Ambos son menores de 25 años y cuentan con la experiencia de haber participado en torneos internacionales e incluso subieron a algunos podios. Podrían dar una sorpresa que sólo algunos pensamos que es viable".

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