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Cuba reconcilia el sueño de Cabrera Infante

En algún tiempo fue considerado traidor de la Revolución cubana. Pero hoy, ¿cómo ve Cuba a Guillermo Cabrera Infante, una de las figuras más importantes de la literatura de la isla?

LA HABANA, CUBA.-  Tres tristes tigres es la primera novela de Guillermo Cabrera Infante, uno de los tres cubanos que han ganado el Premio Cervantes (1997). Al escuchar el título, un grupo de jóvenes de entre 18 y 20 años coincidieron en afirmar que se trataba de un dibujo animado de Disney. Así de desconocido es este escritor, periodista y crítico de cine entre las nuevas generaciones, e incluso en algunas no tan nuevas de su país. Sin embargo, no lo es en el mundo intelectual ni entre quienes continúan atrapados por la lectura.

"Guillermo Cabrera Infante sigue siendo un personaje controvertido, a pesar del reconocimiento, en la isla y fuera de ella, de sus valores literarios. Tras la obra del escritor sobrevive la imagen de la persona, su modo de proyectarse y su conducta política. Exiliado, mantuvo viva la pasión, matizada por la rabia alimentada por un sentimiento de pérdida que nunca cicatrizó. Tal fue la tónica de sus artículos periodísticos después de haber traspasado las fronteras de la isla", escribió la ensayista y crítica cubana Graziella Pogolotti.

Su historia de amor-odio con su tierra de nacimiento da para varios volúmenes. Luego de participar activamente en los primeros años de la revolución de Fidel Castro y de representar a ese gobierno como diplomático, las contradicciones con el acontecer político en la isla llevaron a Cabrera Infante a abandonarla y establecerse finalmente en Londres, en 1968. Allí falleció en 2005.

Poco después de su "ida", las reacciones no se hicieron esperar ni en el gobierno cubano y, desde luego, en el escritor.

Aquí se le borró del panorama literario, desaparecieron sus libros y se le condenó al ostracismo. Allá, el autor se convirtió en un furibundo enemigo de la Revolución y se negó a que sus textos se publicaran en su país a pesar de que, desde hace años, varias editoriales restablecieron contacto interesadas en hacerlo. Incluso después de su muerte esa situación se mantiene, pues parece haber dejado instrucciones precisas a su familia.

Según comenta a EL FINANCIERO Denia García Ronda, escritora, editora y profesora adjunta de Literatura de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana, Cabrera Infante está incluido en los programas de estudio desde hace varios cursos y su obra es objeto de análisis críticos.

"CABRERA INFANTE NUNCA SE HA IDO DE CUBA"

Dos periodistas cubanos, hoy con 29 años, se lanzaron a perseguir a Cabrera Infante por los vericuetos del silencio.

Carlos Velazco y Elizabeth Mirabal escogieron al escritor para su tesis de licenciatura en periodismo, defendida en 2009 "porque sentimos que no podíamos hacer otra cosa", asegura Velazco en conversación con este diario. "Que de un escritor tan extraordinario se hablara tan poco en su país era un entuerto que por nuestra parte debíamos intentar contrarrestar", precisa.

De esa tesis surgió el ensayo Sobre los pasos del cronista (2011) y el volumen de testimonios Buscando a Caín (2012).

Luego de leer por primera vez libros como Un oficio del siglo XX y La Habana para un infante difunto, Cabrera Infante empezó a ser para Velazco y Mirabal "una carta de navegación a fin de entender nuestra cultura, nuestra ciudad y para llegar a otros escritores mayores".
En opinión de Velazco, el escenario ideal con vista a que el escritor sea más conocido en su tierra "sería la disponibilidad de tener sus libros, para poder escoger, por decisión y no por carencia, leerlo o no leerlo, como no se lee mucho a maestros como Carpentier o Piñera, aunque se les reedite".

A pesar de ello, considera que los lectores cubanos nunca han estado lejos de Cabrera Infante: "lo han leído por sus herederos".
"A través del tiempo –precisa- muchos escritores de generaciones posteriores se agenciaron sus libros, incluso en los años en que era casi un delito portarlos. Son reconocibles los homenajes de autores como Leonardo Padura, Senel Paz y Abilio Estévez. En realidad, Guillermo Cabrera Infante nunca se ha ido de Cuba".


¿QUIÉN ES CABRERA INFANTE?

Escritor, periodista y crítico de cine., Guillermo Cabrera Infante (Gibara, Cuba, 22 de abril de 1929 - Londres, 21 de febrero de 2005)fue fundador en 1951 de la Cinemateca de Cuba , que dirigió hasta 1956. Trabajó como crítico de cine con el seudónimo de G. Caín en el semanario Carteles y, tres años después, tras el triunfo revolucionario, fue nombrado director del Consejo Nacional de Cultura, subdirector del diario Revolución y director del magazine cultural Lunes de Revolución.

Representó al gobierno de Fidel Castro como agregado cultural y encargado de negocios en Bruselas, Bélgica.

Las contradicciones con el proceso cubano estallaron en 1968, cuando en una entrevista a la revista argentina Primera Plana criticó al gobierno que aún representa, lo cual provocó una fuerte reacción por parte de las autoridades de la isla. Entonces abandonó su cargo diplomático y pidió asilo político en Inglaterra, en donde logró su naturalización.
Se convirtió en el primer escritor latinoamericano en realizar guiones para Hollywood, con títulos como Punto de fuga y Wonderwall.

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