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Cinta cubana sobre la intervención de EU a la isla ve la luz en el deshielo

"Cuba libre", de Jorge Luis Sánchez, que recupera la intervención del ejército estadounidense en la isla se estrena el próximo 17 de diciembre, cuando se conmemore un año del anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y EU.

Simbólicamente, la primera súper producción cubana que recupera la intervención del ejército estadounidense en la isla se estrena el próximo 17 de diciembre, cuando se conmemore un año del anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos.

La emancipación cubana del poderío español, que culminó en 1898 con la entrada de los buffalo soldiers norteamericanos, es el marco en el que sucede la historia de Simón y Samuel, dos pequeños cuya infancia se ve violentada por la guerra.

"Esta película habla de un momento de frustración nacional en que Cuba se preparó para ser dueño de su casa y llegó otra persona, que habla otro idioma, con otra idiosincrasia y dice aquí mando yo", explica Jorge Luis Sánchez, director de Cuba libre.

"Ubicar a dos niños en uno de los enclaves más difíciles de este país, de una enorme complejidad porque se estaban decidiendo los destinos de una nación, me pareció interesante".

El realizador advierte que esta es una película histórica con visión de futuro, pues al haber más de medio siglo de enemistad entre los dos países, el riesgo de una nueva intervención estadounidense en la isla siempre ha existido y, en tiempos del deshielo, vale la pena reflexionar sobre esa posibilidad.

"No quisiera que eso pasara. Tiene que haber mucha confianza para que ese riesgo disminuya, pero está latente, porque hoy hay un gobierno demócrata, pero mañana viene un republicano en Estados Unidos, y por la parte nuestra, estos años que hemos estado resistiendo han tenido un precio; mañana alguien puede tener otra idea y sería muy frustrante perder la soberanía, la posibilidad de decidir el país que queremos".

Cuba libre se ubica en un punto histórico en el que la isla pasó de un mando a otro. Es el antecedente del conflicto con Estados Unidos, que, argumenta el realizador, no empezó en 1959 con el triunfo de la revolución.

"En aquel momento el mayor comercio que tenía Cuba era con Estados Unidos, por la proximidad: estamos a sólo 90 millas. Una vez que lograron entrar en la guerra y se derrota a España, tenían el camino ya listo", considera el cineasta.

"El ejército nacional cometió muchos errores, eso se ve en la película: cómo los americanos desarman a las tropas cubanas y al final se van, dejando un apéndice en la Constitución, que es la famosa Enmienda Platt".

Ese documento se firmó en 1901 y, entre otros puntos, establece que el gobierno cubano otorga al estadounidense el derecho de intervenir en la isla siempre que considere que se vea amenazada su independencia, además de restringir las relaciones de Cuba con otros países.

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NUEVA COYUNTURA

El filme se estrenará dentro del Festival del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana, con el que comenzará su corrida comercial.

"Que se estrene cuando se conmemora un año del inicio del diálogo es una casualidad que ni por asomo me imaginé. Es una fortuna, es parte del aché, como decimos en Cuba, que en la lengua yoruba quiere decir virtud, gracia divina; porque esta coyuntura le otorga matices diferentes, actualiza el asunto y en ese sentido tengo muchas expectativas, porque se escribió en un momento, se filmó en otro y la vida le da otros colores cuando los dos adversarios deciden llevar una relación de buen vecino".

Realizada por el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), Cuba libre no incluye a actores estadounidenses porque el bloqueo lo impide. Así, aparecen el actor noruego Jo Adrian Haavind, junto a la estrella cubana Isabel Santos y los niños Christian Sánchez y Alejandro Guerrero, entre otros.

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UNA GRAN PRODUCCIÓN

El guión, escrito en 1998, fue aprobado por el ICAIC, en 2012. Se filmó durante más de dos años por las complicaciones del diseño de producción.

Es el tercer largometraje de Jorge Luis Sánchez, también documentalista, quien debutó en la ficción con El Beny (2006) una biografía de Beny Moré. En 2012 realizó un musical con el racismo como telón de fondo: Irremediablemente juntos.

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