After Office

Cerati, partida de un hombre alado

Una de las pérdidas más dolorosas de 2014 fue la de Gustavo Cerati, quien marcó a varias generaciones, tanto como solista como con Soda Stereo. El cantautor porteño dejó un legado del que seguro se hablará en mucho tiempo. 

El mundo del rock recordará el 2014 como el año en que murió Gustavo Cerati (Buenos Aires, 1959). La estrella de Soda Stereo. El artista. Voz y guitarra porteña cuya partida, aunque esperada, cimbró al mundo musical iberoamericano el pasado 4 de septiembre. Uno de los pocos músicos que, coinciden los expertos, influyó a sus contemporáneos y dejó "una gran semilla" para aquellos que hoy transitan por los linderos del rock en español y sus derivados; por su forma de armar las canciones, por su forma de cantar, por su sencillez y su talento. Fue un adelantado a su época y murió antes de tiempo.

Cerati estuvo cuatro años en coma debido a un accidente cerebrovascular. Su madre, Lilian Clark, fue una de las pocas personas que nunca perdió la esperanza de que algún día despertaría para continuar con su carrera musical. Sus colegas también esperaban que ocurriera el milagro, pero conforme pasaban los años aumentaba la conciencia de que, de cumplirse su deseo, su genialidad ya no sería la misma.

De lo que sus allegados sí estaban seguros era que nunca se sentó a escribir o a componer con el fin de atraer a las masas; lo único que le interesaba era poner sus propuestas ante los ojos y los oídos de todos para expresarse. su sentir y su pensar. Y fue la fidelidad a su propio arte lo que convirtió al icono del rock argentino de los 80 en una figura internacional que llegó a involucrarse en proyectos con figuras como Roger Waters y Philip Glass; una carrera que mantuvo en ascenso como solista (con cinco discos de estudio) hasta aquella noche del 15 de mayo de 2010, en la que colapsó después de un concierto en el estadio de futbol de la Universidad Simón Bolívar de Caracas, Venezuela.

A pesar de su carisma, Cerati fue un artista a quien era difícil acceder. Pocos sabían que eso se debía a su carácter tímido, que compensaba en el escenario, donde se erigió como un parteaguas musical desde que se colocó al frente del trío argentino con el que se dio a conocer: Soda Stereo. Un proyecto que desplegó entre 1982 y 1997, y que en México dio algunos de los conciertos más importantes de su historia, llegando a aglutinar a más de 60 mil asistentes.

Curiosamente, la primera vez que Soda Stereo pisó suelo mexicano fue en 1985, tiempo después del terremoto que sacudió a la capital del país. Ahí los asistentes a la desaparecida discoteca Magic Circus entonaban a todo pulmón el tema Cuando pase el temblor, recuerda Tony Méndez, fundador de Rockotitlán. "Los sentimientos encontrados invadieron al asistente, fue un momento, para mí, desgarrador".

Del capítulo final de su vida, que transcurrió entre los muros de de un hospital, se sabe poco. Aún no existe una biografía autorizada del cantautor cuyas letras no eran de música ligera, sino que construían metáforaspara hablar de una búsqueda introspectiva que quizá nunca concluyó. Pero circula desde 2013 En primera persona, una investigación periodística de Maitena Aboitiz que recupera la voz de Cerati a través de entrevistas realizadas durante su carrera solista.

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