El escenario ocupa todo el ancho del carril central de Avenida Reforma. Decenas de trabajadores laboraron más de 12 horas para instalar el equipo de luz y sonido con el que ofrecerá un concierto gratuito el guitarrista Carlos Santana en el Ángel de la Independencia, hoy (sábado) a las 20 horas.
Los preparativos para el histórico concierto de Santana han paralizado la zona desde la madrugada del jueves las autoridades capitalinas. Un enorme caos vial ha sido el preludio a la esperada noche, al dejar abiertos sólo los carriles laterales de la avenida más importante de la capital.
Seis trailers estacionados cerca del escenario principal también obstaculizan el paso de los peatones y un centenar de vigilantes tienen que lidiar con el mal humor de automovilistas y ciudadanos de a pie que desean circular por el lugar.
Pero las incomodidades valdrán la pena. El guitarrista nacido en Autlán de Navarro, Jalisco, el 20 de junio de 1947 ofrecerá lo mejor de su repertorio a miles de admiradores que tendrán a su disposición dos pantallas gigantes para no perderse los pormenores del espectáculo.
Material tiene de sobra el músico que emigró a Estados Unidos en la década de los sesenta. Clásicos como Black magic woman, Samba pa ti y Oye como va se podrán escuchar, según confirmaron miembros de su staff.
Aunque el concierto no tendrá la misma duración, repertorio ni la producción del que ofrecerá la noche del viernes en el Palacio de los Deportes, sí tendrá a su lado a su esposa Cindy Blackman tocando la batería, además de dos acompañantes: el tecladista Gregg Rolie y el guitarrista Neal Schon.
Carlos Santana llegará al Ángel de la Independencia con los últimos latidos de su Corazón Tour. Además de ser un gran músico, ha dedicado parte de su vida al activismo social y las causas humanitarias. En 1988 creó la Fundación Milagro, a la que ha aportado más de cinco millones de dólares para programas de arte, educación y servicios de salud para niños y jóvenes.
Hombre místico y religioso, Santana brindará una noche memorable, por más que en esta ocasión nadie quiso adjudicarse la paternidad de su concierto. Discreta fue al menos la publicidad del gobierno del Distrito Federal, con unos cuantos anuncios en las redes sociales.
A pocos días de que inicie la veda electoral, el domingo 5 de abril, el gobierno perredista esta vez no quiso publicitarse y se mantuvo en un discreto segundo plano, lo que resulta lógico en un monumento que ha sido utilizado para todo tipo de protestas sociales. Precaución innecesaria, el escenario está listo para combinar un ambiente plenamente futbolero con un espectáculo musical. A menos claro, que a la hora de la verdad no se presente un apagón.