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Cada vez soy más amargado: Ripstein

El realizador mexicano Arturo Ripstein dice que después de leer los diarios, amargarse es su derecho. Agria la realidad, acusa. Y su búsqueda en el cine es precisamente alejarse de ella, pues le parece "volátil y cambiante".

Después de leer los diarios, amargarse, dice el realizador Arturo Ripstein, es su derecho. Tiene fama de ser agrio de carácter, aunque al conversar con él, más bien se revela como un hombre de exquisito humor negro.

Agria la realidad, acusa. Y su búsqueda en el cine es precisamente alejarse de ella, pues le parece "volátil y cambiante". Ripstein apuesta por la eternidad que brinda la verosimilitud en la ficción, por eso, dice, ha filmado sus últimas dos películas en blanco y negro. Para que perduren por siempre.

"Déjeme le explico: yo El Financiero lo leo en las mañanas. Como las once y diez estoy tirado en el piso. No entiendo una sola palabra de economía y luego leo todos los periódicos y es muchísimo más horrible. Entonces, dígame si no me lo merezco, humanamente. El espanto es cotidiano, vivir en el infierno, más allá de que ya nos acostumbramos a vivir en un país en donde vivir mal es normal, pues sí da para enojarse, rechinar los dientes y echar mentadas", argumenta acerca de su fama de "amargado".

Respecto al formato que ha elegido para sus dos últimas entregas (aunque casi todas sus películas han sido pensadas en blanco y negro), explica que se debe a que crea una distancia con la realidad. "En blanco y negro se actúa de otro modo, se crea un universo paralelo que permite el uso de un cierto motor de la imaginación para completar una historia. En el blanco y negro el espectador colabora con la película", explica quien presentará en Venecia La calle de la amargura el próximo 10 de septiembre como parte del homenaje que le rinde por sus 50 años de trayectoria La Mostra de cine, cuyo jurado preside Alfonso Cuarón.

Se trata de la primera cinta en la que no interviene en el guión, escrito como es habitual por su esposa, Paz Alicia Garciadiego, a partir de una nota policiaca sobre dos prostitutas que matan accidentalmente a dos luchadores enanos.

La calle de la amargura se estrenará simultáneamente en la plataforma del IMCINE Filminlatino en México, donde estará disponible durante 24 horas, a partir de las tres de la tarde del 10 de septiembre, día de la premiere mundial en Venecia. El realizador lleva en el protagónico por doceava ocasión a la actriz Patricia Reyes Spíndola, junto a Nora Velázquez y Sylvia Pasquel.

El Festival de Venecia reconocerá medio siglo de trayectoria fílmica, que comenzó con Tiempo de morir, en 1965, cuando realizó su ópera prima, con guión de Gabriel García Márquez y Carlos Fuentes. A ese joven de 21 años, lo recuerda, dice, "con nostalgia ocasionalmente y de pronto con una ira incontrolable".

Desde entonces, Ripstein ha pasado por 50 años de crisis en el cine mexicano. "Y cada vez se agudiza más, cada vez hay menos espectadores. Filminlatino es un ejemplo de posibilidades de nueva distribución y exhibición, por esos medios tendremos finalmente la posibilidad de que se vea nuestro trabajo, más que en la exhibición
formal, hay muy pocas películas que gozan de ese privilegio".
Aunque, reconoce, ha filmado siempre en las mejores condiciones.

"Recuerdo cuando mis compañeros cineastas eran revolucionarios y decían que había que convertir la cámara en fusil, yo la única manera que entendía de hacer eso, era aventársela en la cabeza a alguien. El cine comprometido nunca fue una de mis fantasías, pero aprendí una cosa del Marxismo de secundaria: que las condiciones ideales son las que tengo. Esperar que las condiciones sean las idóneas nunca ocurre y he tenido que filmar con lo que tengo y sacar como mago una paloma de la manga. Y ocasionalmente ocurre".

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