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Burillo anota gol... en el tenis

El empresario Alejandro Burillo, dueño de Grupo Pegaso y primo del dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, ha hecho del Abierto Mexicano de Acapulco un gran negocio cuya derrama económica es mayor a la que generan los puentes vacacionales en el puerto.

En menos de 20 años, la bolsa de premios que otorga el Abierto Mexicano de Acapulco se quintuplicó. Para su primera edición el dinero a repartir era de 275 mil dólares y, en esta ocasión, para su festejo número 21 la cifra es de un millón 300 mil dólares, con lo que el ATP 500 mexicano se convierte en el segundo más importante del continente e incluso se ubica por encima de otros como los de Tokio y Marsella.

El hombre que está detrás del éxito de este torneo es Alejandro Burillo Azcárraga, primo del dueño de Televisa, Emilio Azcárraga Jean, y ex propietario del club Atlante, el cual no le resultó un buen negocio.

En sus primeros años se jugaba en el Club Alemán de la Ciudad de México y fue hasta 2001 que se llevó a su actual sede, donde el premio se incrementó a 700 mil dólares.

En 2009 pasó de ser ATP 250 a ATP 500 y de nueva cuenta la bolsa creció casi al doble, siendo Nicolás Almagro el primero en embolsarse esa cantidad.

La derrama económica que deja el certamen para Acapulco es mayor a la que generan los puentes vacacionales en el Puerto, pues esta rebasa los 350 millones de pesos que solamente son superados por el periodo vacacional de Semana Santa.

Thomas Muster fue el primer campeón del abierto nacional y su primer gran ídolo, pero en los 21 años de existencia, éste ha tenido un importante crecimiento: han pasado varios representantes que llegaron a ser número 1 del ranking mundial de la ATP, aunque de todos ellos únicamente cuatro han logrado coronarse: Thomas Muster, Rafael Nadal, quien en su primera aparición tenía 18 años, Carlos Moya y Gustavo Kuerten.

La apuesta de los patrocinadores por un evento que llegó a estar en crisis ha hecho que creciera de tal forma que ya no dependiera de ellos el 90 por ciento del costo de organización, tanto así que en la edición del 20 aniversario, el 35 por ciento del costo salió del boletaje y a los patrocinadores se les remuneró con alrededor de 5 ó 6 pesos por cada uno de los que ellos pusieron.

La estrategia rindió frutos y para la presente edición se espera superar los 55 mil visitantes que, a su vez, ocuparán 30 mil cuartos de hotel, por lo que se puede resumir que la derrama económica rebasará los 400 millones de pesos en lo que respecta a hotelería, restaurantes y transporte aéreo y terrestre.

Históricamente ningún mexicano ha podido ganar el torneo. Las actuaciones más destacadas han sido las de Oliver Fernández en 1993, quien llegó hasta la semifinal, y la de Alejandro Hernández en 1998, quien se metió a cuartos de final perdiendo en contra de Gustavo Kuerten.

Para la presente edición las figuras a seguir son David Ferrer y Andy Murray. El británico hará su debut en el torneo, mientras el español ya logró un tricampeonato en el puerto. Una de las grandes novedades y retos para este año es el cambio en la superficie que por primera vez será cancha dura.

En está ocasión no se contará con la presencia de Rafael Nadal, debido a que tenía contrato para participar en el abierto de Dubai, torneo que se juega a la par el Abierto Mexicano.

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