El club Barcelona, cuatro veces campeón europeo y epítome del orgullo catalán, apoya la propuesta de la región de llevar a cabo una consulta por la separación del resto de España a un posible costo para sus intereses comerciales.
Los aficionados culés están convirtiendo los partidos del estadio Camp Nou en actos nacionalistas. Algunos jugadores se sumaron a las manifestaciones a favor de la división, y el propio club se inscribió en una campaña para exigir un referéndum.
Sin embargo, el éxito del Barcelona, tanto en términos deportivos como comerciales, se ha desarrollado en base a su pertenencia a la liga española y su histórica rivalidad con Real Madrid.
"Tienen que ser sumamente cuidadosos", señaló Jimmy Burns, autor del libro Barca: A People's Passion. "¿Quieren correr el riesgo de perjudicarse a sí mismos?".
Barcelona, cuyo lema es "Más que un Club", creó una franquicia en base a una racha sin precedente de éxitos, gracias a la cual el equipo obtuvo tres títulos europeos y seis campeonatos españoles entre 2005 y 2013. Durante ese lapso, en Cataluña creció el impulso para una votación por la independencia que ha sido negada por el gobierno español en Madrid.
Si una ruptura del país lleva a la exclusión del Barcelona de la liga española, el club podría perder simpatizantes del resto del mundo y poner en peligro gran parte de sus 530 millones de euros de ventas anuales, según Burns.
¿QUÉ SERÁ DEL CLÁSICO ESPAÑOL?
Mañana la capital española será el partido siempre histórico, siempre esperado: Real Madrid contra Barcelona. Mientras, la tensión entre Cataluña y el gobierno español aumentan.
Patrocinadores como Qatar Airways y Nike han contribuido a aumentar más del triple los ingresos del Barcelona desde 2004. El club blaugrana es en la actualidad el equipo más rico por ventas después de Real Madrid, con un contrato televisivo con la productora Mediapro por valor de 135 millones de euros anuales para transmitir los juegos de la liga.
Los 7.4 millones de catalanes conforman la región económica más grande de España, con una producción anual de 193 mil millones de euros. Es aproximadamente igual que la de Escocia, donde los votantes el mes pasado optaron por seguir siendo parte del Reino Unido. La producción per cápita en Cataluña, situada en el noreste, supera en un 17 por ciento la media de la Unión Europea, mientras que la de España en su conjunto, es un 5 por ciento inferior.
El presidente regional Artur Mas viene luchando con el gobierno de Madrid desde hace dos años por sus ambiciones de llevar a cabo una votación por la independencia. Desde que el primer ministro Mariano Rajoy obtuvo un fallo judicial para frenar sus planes, el líder catalán trata de persuadir a sus aliados de apoyar en cambio una lista única a favor de la independencia en una elección regional.
47 por ciento de los catalanes apoyarían la independencia si se les permitiera votar, según una encuesta del gobierno regional realizada este año. En tanto, 28 por ciento de los encuestados dijeron que votarían en contra de una separación.
Esta semana, el gobierno español recurrió a la justicia para frenar un referéndum proyectado por los políticos de Barcelona para el 9 de noviembre.