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Barcelona acierta con sus porteros y gana el primer título del año

El trabajo defensivo del Barsa va de la posesión del balón hasta el desempeño de Claudio Bravo y Marc-André Ter Stegen, porteros cuya competencia interna los obliga a mantenerse a tope para proteger la meta en por lo menos un torneo.

El Barcelona consiguió el título de liga número 23 de su historia y lo hizo con la menor cantidad de goles en contra en este milenio: 19. El trabajo defensivo del Barsa va de la posesión del balón hasta el desempeño de Claudio Bravo y Marc-André Ter Stegen, porteros cuya competencia interna los obliga a mantenerse a tope para proteger la meta en por lo menos un torneo.

Bravo, cancerbero de la Selección chilena, se adueñó del puesto en la Liga y está a un duelo de conseguir el trofeo Zamora (premio en honor al hombre que atajó en el Barcelona y en el Real Madrid), el cual se entrega al mejor guardameta de la competencia. Sólo nueve guardavallas culés se han hecho de esta distinción que se entrega desde la temporada 1928-1929, y además puede ser el primer extranjero del club en lograrlo.

El anuncio de que el sudamericano jugaría con los catalanes se hizo cuando estaba disputando el Mundial de Brasil 2014 con su país, un mes después de que se supiera que Marc-André Ter Stegen también estaba en Cataluña para intentar cubrir la baja que significó la partida de Víctor Valdés, último representante estable del arco blaugrana.

Un total de 19 porteros en los últimos 20 años comprueban el desequilibrio en el área chica del Barsa. Valdés, arquero que ayer debutó con el Manchester United (debido a una lesión de David de Gea), inició su carrera en el Barcelona de la mano del hombre que ahora lo dirige en Inglaterra: Louis Van Gaal. Disputó contra Roberto Bonano la titularidad y después el entrenador Frank Rijkaard lo prefirió sobre el turco Rüstu Recber para la campaña 2004-2005.

Desde que Andoni Zubizarreta se marchó de la institución en 1994, tuvo que pasar una década para que el último hombre del equipo se convirtiera en un referente estable. En ese periodo, Johan Cruyff debió enfrentar la disolución del Dream Team y decidió encargar la portería a Julen Lopetegui (actual entrenador del Porto). No tuvo mucho éxito, por lo que empezaron a desfilar hombres como Carlos Busquets, Jesús Angoy, Vítor Baía, Ruud Hesp, Francesc Arnau, Pepe Reina, entre otros.

De esa cartera de nombres surgió el último guardameta extranjero que logró celebrar un título de liga: el holandés Hesp, titular en el torneo 1998-1999 (recibió 43 goles). Pasaron 16 años para que otro portero nacido fuera de España reclamara un título vestido de azulgrana.

Claudio Bravo, sexto arquero del continente americano en defender al equipo catalán, logró una temporada con 23 juegos imbatido (hasta ahora, a falta de disputarse la última fecha contra el Deportivo la Coruña en el Camp Nou). El chileno representa la experiencia en la antesala de la red, mientras el alemán Ter Stegen se vislumbra como el futuro del club.

Aunque el germano no tuvo ni un minuto en el torneo liguero, sus actuaciones en Champions League y Copa del Rey lo erigen como una pieza clave en la ansiada consecución del anhelado triplete. El director técnico Luis Enrique encontró en esta dupla de cancerberos la confianza que Josep Guardiola encontró en Víctor Valdés y José Manuel Pinto en el ciclo 2008-2009, cuando el Barcelona celebró liga, Copa y Champions.

Los nuevos rostros de la portería culé tienen contrato para estar por lo menos hasta 2018, y desde su primer año de trabajar juntos, marcaron el nivel de exigencia que deberán mantener.

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