After Office

Atrapados por la moda

La Medicina, el Derecho y las Ciencias Naturales parecían ser sus destino en la juventud, pero sus primeras oportunidades como aprendices en sastrerías los llevaron a involucrarse en la moda hasta convertirse en referentes de la industria.

Actualmente, Giorgio Armani, Manolo Blahnik y Alexander McQueen, son tres de los más reconocidos diseñadores en el mundo, sus diseños han aparecido en películas y protagonizan las pasarelas más importantes de la orbe.

Pero ¿como llegaron a conmvertirse en personajes tan importantes de la moda?, sus respectivos caminos no fueron fáciles e incluso, durante su juventud, no tenían pensado dedicarse a dicha industria. Conoce más sobre sus historias.

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Giorgio Armani

Antes de que Nino Cerruti le diera de oportunidad de diseñar prendas masculinas para la marca Hitman, lo que lo impulsó a dedicarse a la creación de ropa, al joven Giorgio le interesaba curar enfermos.

Estudió Medicina y concluyó su servicio militar. Fue hasta que trabajó como encargado de los almacenes La Rinascente de Milán que tuvo su primer contacto con la moda. En 1975 fundó su propia firma ayudado por su socio y pareja Sergio Galleotti. Por sus impecables cortes y la elección adecuada de telas, el mercado masculino respondió inmediatamente.

Fue el encargado de crear el vestuario para la cinta American Gigolo, que convirtió a Richard Gere en el icono de estilo que todos anhelaban ser. A partir de entonces inició un romance con la pantalla grande. Sus diseños han aparecido en más de 200 cintas, entre las más recientes destacan Gattaca, Bastardos sin Gloria y El Lobo de Wall Street.

En julio cumple 83 años. Es el diseñador italiano más respetado y reconocido de la actualidad. Ha expandido sus diseños a la ropa de cama, una línea de bombones y un hotel en Milán. Recibió un doctorado honoris causa del Royal College of Art de Londres en 1991.

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Manolo Blahnik

Por sus venas corre sangre latina. Hijo de madre española y padre checo, nació en Canarias en 1942. Era un adolescente cuando sus padres lo enviaron a Suiza a estudiar a la Universidad de Ginebra, en donde se graduó en Derecho Internacional y después en Literatura.

Vivió en París y Londres. Hizo textos periodísticos para la edición Vogue L'Uomo en Italia. Después de ver sus diseños, y asombrada por la creatividad y fineza de sus formas, la editora de la revista, Diana Vreeland, le aconsejó en 1970 que se dedicara al diseño de zapatos femeninos.

Se instaló en Londres, donde recorrió todo tipo de talleres para aprender la confección de calzado. En 1969 abrió su primera boutique en el barrio de Chelsea en Londres, ahí conquistó a un público diverso: Bianca Jagger, Jerry Hall, Dina de Gales y Madonna.

Fue la serie Sex & the City, en la que el personaje de Carrie Bradshow, interpretado por Sarah Jessica Parker, popularizó las creaciones del diseñador como objetos de deseo y sinónimo de status. Recibió el doctorado honoris causa del Royal College of Art en 2001. El Museo de Diseño de Londres le dedicó una retrospectiva a su obra en 2003.

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Alexander McQueen

Cuando era pequeño se pasaba horas en el parque o la escuela admirando pájaros. Fue miembro del Club de Jóvenes Ornitólogos de Gran Bretaña. Todo indicaba que su camino estaba en las ciencias naturales, pero entró a trabajar como aprendiz a una sastrería ubicada en Savile Row.

Era Anderson & Sheppard, en donde el príncipe de Gales encarga sus trajes. El joven y rebelde McQueen escribía obscenidades en los forros de esas prendas. Ahí empezó su interés por el diseño, el cual lo llevó a trabajar a Milán.

De regreso en Londres estudió moda y se graduó en Central Saint Martins. Sus diseños realzan la figura femenina. Encontró en los corsés una identificación a sus creaciones. Trabajó como creativo de Givenchy, marca que abandonó para crear la propia. En la cumbre de su éxito y con 40 años se suicidó. Su historia y legado se contarán en la película que prepara el director Andrew Haigh y que estrenará este año.

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