After Office

Asesoría para la vida

Empatar las expectativas, deseos y sueños personales y laborales para mejorar. Aunque a veces es difícil aceptarlo, la necesidad de cambiar es una obligación constante para encontrar su mejor estado.

Separar el desarrollo profesional del personal es imposible, advierte Esther Murrow, fundadora de Alineum BS, una firma con más de 20 años de experiencia en la creación de estrategias para la reingeniería de las compañías, a la que integra un innovador concepto: el coaching empresarial. La firma propicia el trabajo desde los ámbitos laboral y privado, para el mejoramiento de ambos pues, advierte, en la medida que mejore cada uno, lo hará el otro.

"Lo que es importante cuando se decide hacer coaching empresarial es empatar las expectativas, deseos y sueños que tienen las personas con respecto a su propio ser, como individuos, con los objetivos de la empresa", asegura la experta.

La velocidad con la que los negocios requieren transformarse genera un impacto, sobre todo, en los mayores tomadores de decisiones de las compañías. Por eso es recomendable acompañarlos en este proceso.

"Pedirle que cambie a una persona que ha hecho las cosas durante muchos años de una manera razonablemente bien, es difícil. Aunque sabe que tiene que cambiar, porque hay ciertas cosas que se marcan, muchas veces la decisión viene de afuera, por la tendencia de nuevos competidores, de nuevos modelos de negocio. Otras veces la gente que dirige las empresas es muy buena comercialmente, pero no lo es tanto para operar", agrega Murrow.

Si los directores o quienes toman las decisiones se colocaran en las posiciones que les acomodan mejor, harían más eficiente su trabajo y generarían más valor en las empresas, pero es difícil para un dueño o un emprendedor delegar el poder a una persona a la que le tendría que reportar en cierto momento. No es fácil, pero cuando ha sucedido, ha sido tremendamente exitoso, les genera mucha satisfacción personal, que de eso se trata finalmente".

Tener una buena salud emocional facilita la disposición al cambio, destaca la especialista. "Es una condición necesaria. No hay que olvidar que somos individuos que tenemos ciertos valores, creencias, concepciones, que podrían generar conflictos tanto internos como externos ,y en la medida que tienes una madurez emocional, es posible fundar equipos de trabajo, caminar hacia adelante en una empresa, manejar el cambio. Cuando las empresas tienen ambientes de trabajo facilitadores y los directores tienen esa madurez emocional, los equipos son productivos. Es una tendencia que inclusive puede medirse, cuando alguien tiene un liderazgo con una madurez emocional, es muchísimo más productivo y genera más valor a una empresa. Ahora, alcanzarlo no es fácil, hay que hacer un trabajo personal importante".

Para Esther Murrow es imprescindible reflexionar en que lo que se hace, plantea el camino a seguir tanto de una empresa como de un profesional. "Quien eres hoy, es el resultado de lo que hiciste en el pasado y muchas de las decisiones que tomemos hoy, determinarán el futuro. En ese sentido, sí es muy importante tener una aproximación al cambio desde muchas perspectivas y una de ellas es acompañar a la gente que toma la decisión de ir a la transformación del negocio para poder lograrlo".

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