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Artistas mexicanos se 'instalan' en La Habana

Con el propósito de dejar huellas en los espacios, las mentes y la piel de los cubanos, varios artistas mexicanos participan en la XII Bienal de La Habana, la mayor fiesta de las artes visuales en la isla que termina el 22 de junio.

Con el propósito de dejar huellas en los espacios, las mentes y la piel de los cubanos, varios artistas mexicanos participan en la XII Bienal de La Habana, la mayor fiesta de las artes visuales en la isla que termina el 22 de junio.

Por barrios renovados y hermosos de La Habana Vieja y por otros no tanto de la superpoblada y deteriorada Centro Habana, entre otros escenarios de esta capital, los creadores interactúan con los pobladores del lugar, cumpliendo uno de los requerimientos de los organizadores del evento: que las propuestas de los artistas extranjeros sean entendibles y cercanas a los cubanos.

En opinión de Oliver Contla, agregado de prensa de la embajada de México en Cuba, la participación en esta Bienal se destaca por la gran calidad de sus representantes. "Los trabajos de los artistas mexicanos, quienes pertenecen a distintas generaciones, integran varias disciplinas; incluso muestran algunas fusiones como la música con la plástica". Carlos Amorales, Sandra Calvo, Dr. Lakra, Gilberto Esparza, Demián Flores con el colectivo La Curtiduría, Héctor Zamora y Betsabeé Romero componen esta diversa delegación.

También está presente en La Habana Sergio Hernández con la exposición colateral Los ardientes, en el Museo Nacional de Bellas Artes.

En el empeño de insertarse en su entorno se destaca el proyecto de Amorales, Concierto para güiro, en el otrora cine Verdum, desaparecido hace alrededor de 30 años, cuyo edificio se encuentra casi en ruinas. "Me interesa trabajar el cine e investigando me di cuenta de que en Cuba hay muchos cines que ya no se usan como tales, es decir, son cines fantasmas", declaró a este diario. Y como el cine es fantasma, su función también lo es. "No hay electricidad, ni película, ni nada. Entonces puse una pantalla y atrás hacemos un teatro de sombras".

Más de 40 estudiantes o recién egresados de las escuelas de música tocan sus güiros en una especie de sinfonía creada para la ocasión. Porque esta Bienal salió de los museos, Amorales regresó a ella luego de varios años ausente. Es amante de encontrar la poesía hasta en lo aparentemente feo o en desuso.

Sandra Calvo realizó una intervención arquitectónica que incluyó la videocreación en la Casa de la Obrapía, una elegante residencia totalmente reconstruida que fue edificada en la primera mitad del siglo XVI y que actualmente es un museo donde se exhibe una colección de objetos que pertenecieron al escritor cubano Alejo Carpentier.

El Dr Lakra expone su obra marcada por la influencia de la gráfica popular relacionada con el arte del tatuaje; Demián Flores y el colectivo La Curtiduría andan por las calles habaneras con su Archivo Gráfico –que funciona como taller ambulante de estampa e impresión- y sus Rótulos –acción artística que conjuga el arte visual con la historia oral de la comunidad-; Héctor Zamora presenta en la Universidad de las Artes la intervención lumínica y sonora Ensayo sobre lo fluido, con la colaboración de la compositora Wilma Alba.

"La participación de nuestros artistas en esta Bienal demuestra el interés de México en llenar de contenido sus relaciones con Cuba", afirmó el embajador Juan José Bremer, sentenciando una presencia que ha llenado de sonidos, luces, sombras y colores las calles y los edificios habaneros.

A la XII Bienal de La Habana asisten unos 300 creadores de 40 países, con un fuerte componente de estadounidenses y de cubanos que se fueron de la isla por diversas razones, desde políticas hasta sentimentales. También están presentes coleccionistas de renombre como la cubana-española Ella Fontanals-Cisneros.

Sergio Hernández recibe premio Portocarrero
La exposición Los ardientes da fe de las diversas técnicas y materiales empleados por Sergio Hernández, así como de su preferencia por la intensidad del color. El creador mexicano recibió el Premio Internacional René Portocarrero, de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba por una labor que, según afirmó el presidente de la institución, el escritor Miguel Barnet, renueva la rica trayectoria pictórica de su país y expresa valores humanistas de hondo calado.

Hernández - entrevistado por esta corresponsal- consideró un honor la distinción recibida, "sobre todo viniendo de los poetas y artistas cubanos".

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