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Andy Murray, el nuevo monarca del mundo

Las bajas de nivel y lesiones de sus principales rivales le permiten al escocés Andy Murray convertirse en el número uno del ranking de la ATP, tras ganar su octavo título de la temporada en París.

El punto de quiebre en la presente temporada para Andy Murray fue la derrota que sufrió en la final del Roland Garros ante Novak Djokovic. El escocés dijo que fue un duro golpe anímico, porque consideró que demostró un buen nivel para ganar el partido. Tras el descalabro logró reponerse para sumar ocho de los nueve torneos disputados en 2016–incluido el Masters 1000 de París de ayer- y convertirse en el tenista número 26 de la historia, el primer británico y el de mayor edad en alcanzar por primera vez la cima del ranking de la ATP.

"Le benefició que no se encontró a Roger Federer o Rafael Nadal en el camino en semifinales o cuartos de final de varios torneos, porque éstos sufrieron bajas de nivel o lesiones que les impidieron estar en gran parte de la temporada. Muchas veces eran obstáculos muy grandes y se le complicaba vencerlos en la misma semana. Misma situación le pasó con Novak Djokovic", explica Javier Frana, extenista argentino que alcanzó el lugar 30 de la ATP en julio de 1995.

El hoy analista de la cadena ESPN señala que el ascenso de Murray al número uno del mundo también se debe a que él desplegó su mejor juego en lo que va de su carrera. "Se vio claramente que ganó torneos este año que le costaba ganar, en muchos abiertos fue dominante. Eso era algo que en años anteriores no mostró".

En mayo pasado, el británico rompió su relación laboral con la entrenadora Amélie Mauresmo. En su lugar incorporó a su equipo al checo Ivan Lendl, con quien ya había trabajado entre 2012 y 2014. Su segunda etapa comenzó oficialmente el 13 de junio pasado, cuando el escocés inició su participación en el Abierto de Queens, que terminó por conquistar.

"Con Lendl siempre tuvo una magnífica relación. Le brindó una confianza enorme para que ganara torneos. Su primera etapa terminó porque el entrenador no podía viajar tanto como la gira le exigía. El regreso del checo fue muy positivo para Andy, porque le permitió volver a desplegar su mejor tenis. El acuerdo al que llegaron para que volvieran a trabajar juntos es que Lendl no viajara todos los días y que tuviera su espacio personal", asegura Frana.

El extenista agrega que el mayor aporte que le ha dado el entrenador checo a Murray es mayor agresividad en la cancha. "Este tipo de juego le permitió ganar puntos y posteriormente partidos clave contra rivales que estaban, en el papel, por arriba de él. Además le inyectó autoestima. Se notó cuando ganó juegos cerrados o cuando se mostró contundente con rivales que no son tan potentes. A ese nivel de jugadores, como el británico, es muy complicado enseñarles cosas nuevas en cuanto a técnica, pero en cuestiones estratégicas, de fortaleza mental y de confianza, Lendl ha hecho muy buen trabajo".

POLO OPUESTO
No sólo la final en Roland Garros fue un parteaguas para Murray. También lo fue para Djokovic, quien a partir del abierto francés sólo consiguió un título (Rogers Cup) en los seis torneos en los que participó. Su último intento fallido fue el mismo Masters 1000 de París, en el que fue eliminado en cuartos de final por el croata Marin Cilic y que posteriormente le costó perder la cima del ranking de la ATP que ostentaba desde hace 122 semanas (1 de julio de 2014).

"El bajo nivel del serbio es perfectamente normal, no sólo por las lesiones que sufrió. Mucho tiempo tuvo un nivel superlativo que superaba al resto de los jugadores, pese a que ellos también tenían un buen año. Aún tendrá la posibilidad de recuperar el número uno del mundo en las finales de la ATP, que se disputarán del 13 al 20 de noviembre", afirma Frana.

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