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Amor y desamor son lo mismo: lo que nos hace ser: Luis Jorge Boone

Luis Jorge Boone lanza en México su más reciente título, 'Figuras humanas', en el que aborda una paleta azul de emociones a través de diversas formas de narrativa.

En su libro Figuras humanas (Alfaguara, 2016), el escritor Luis Jorge Boone explora -así lo asegura- todas las formas de narrativa. A la mitad de sus páginas, el lector se encontrará con un poemario que rompe el ritmo de los cuentos en los que expone "aquello que nos hace humanos". Son poemas dedicados al ámbito familiar en un contexto de violencia social.

"El amor se hace viejo, como la amistad y la alegría, pero el temor, la reticencia, la duda, se mantienen intactas en los callejones del corazón", escribe en una de sus narraciones.

Para Boone, el universo emocional humaniza a sus personajes. "La mayor fe que puedo tener es el lenguaje", y sin embargo, reconoce, "nos faltan palabras para describir ciertas cosas. Tengo fe en algo que tiene límites".

El escritor originario de Coahuila (1977) asegura que la realidad es perfectible, sólo que se ignora cómo cambiarla. "No creo que con las palabras podamos crear una realidad mejor", dice quien en su reciente entrega escribe sobre el amor, aunque no romántico, advierte. "El amor no es la fuerza que nos salva: a veces nos condena, nos puede llevar a ser lo peor, o colocarnos en el peor lugar. Al final, amor y desamor son lo mismo: lo que nos hace ser lo que somos".

Además de la contundencia de sus cuentos, en Figuras humanas Luis Jorge Boone incluye poemas desgarradores sobre la realidad actual, que titula Guerra civil.

"Escribí pensando en personajes y temas que no había abordado, pero que me interesan. Los poemas hablan sobre todo de la familia mal entendida... Tuve en mente una frase de Alice Munro que dice: 'el primer enemigo del individuo es la familia'".

Versos sobre desapariciones o delincuencia integran el poemario en el que el autor aborda una relación que puede ser tan intensa como la del padre o la del hijo. "Sucede que quien debería ser tu mejor aliado a veces se convierte en tu peor enemigo. O así lo sentimos".

Lo que prevalece en sus cuentos es la melancolía, un sentimiento que, considera, no es necesariamente doloroso. "Cuando recordamos una experiencia de placer nos estamos diciendo 'ya no la tengo', pero también reconocemos que la tuvimos y de cierta manera se queda con nosotros".

Pero también contiene una dosis de aquello que hace que el mundo sea siempre nuevo: el desconcierto. "Es difícil comunicar la fuerza de las emociones. Pero la cultura, la ciencia, la filosofía, la religión, todo obedece a una necesidad nuestra, muy simple, que es el miedo a la muerte, al dolor, a la soledad, al futuro".

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