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Alondra De la Parra dirigirá en Brasil y hará gira internacional

El tour inicia el 5 de julio en Estados Unidos, donde actuará al lado del violista y violinista israelí Pinchas Zukerman. Seguirá en Japón, Francia, Austria y Alemania. En el país sudamericano se presentará el 2 y 9 de agosto, justo después del Mundial. 

Como parte de su gira internacional, la directora de orquesta Alondra de la Parra se presentará en Brasil, justo después del Mundial, los próximos 2 y 9 de agosto. El tour inicia el 5 de julio en Estados Unidos, donde dirigirá al connotado violista y violinista israelí Pinchas Zukerman, el 12 y 15 del mismo mes, en Napa Valley, California. Zukerman interpretará el Concierto para violín No. 1 de Max Bruch. Su recorrido internacional seguirá en Japón, Francia, Austria y Alemania, donde estará frente a la Sinfónica de Berlín, con la cual grabó recientemente un álbum con obras de Igor Stravinsky.

"Mi trabajo está repartido por todos lados y, por supuesto, México siempre va a ser parte de mi vida artística y profesional", asegura en entrevista en El círculo teatral, tras la develación de la placa por 100 representaciones de la obra Perdida en los Apalaches, de José Sanchís Sinisterra, en la que actúa su tía, Emoé de la Parra, junto a Alberto Estrella y Víctor Carpinteiro.

No todo el desarrollo profesional de Alondra de la Parra ha estado marcado por la música académica. En su infancia y adolescencia, recuerda, formó varios grupos de rock y colaboró, entre otros músicos, con Juan Sebastián Lach, de Santa Sabina, algunos miembros de Fobia, León Larregui y grabó con Aurora y la academia; así que, reconoce, la música popular ha sido parte de su trabajo siempre. Sus discos Travieso carmesí, con Natalia Lafourcade, y Mi alma mexicana, han encabezado listas de ventas, pero descarta por el momento realizar otro proyecto en el ámbito popular.

"Mi familia está conformada de artistas. La música siempre fue parte del día a día, íbamos a conciertos, se cantaba en las carreteras en el coche, en las fiestas, yendo y viniendo a cualquier lado había música. A mí me empezó a interesar mucho desde muy chica el repertorio sinfónico, tocaba el chelo, el piano y cuando vi una orquesta, dije 'éste es el sonido que me interesa'.

Más o menos a los 15, dije: 'yo no sé cómo se hace esto, no sé cuál es el camino, pero sé que quiero intentarlo, porque me conmueve a un grado extremo la música sinfónica'. Ahí empezó un largo camino de estudio que sigue vigente y continúa, de crecer y de aprender todo el tiempo".

Y es que la música, considera la fundadora de la extinta Orquesta Filarmónica de las Américas, es la forma artística más descarada. "Nunca te va a pedir permiso para estremecerte, para conmoverte, te va a atrapar el alma. Es un arma poderosísima para transformar al ser humano y darle una visión, un espacio positivo".

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