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Adiós al genio púrpura

Prince entendió que, para ser una figura de trascendencia, era necesario conciliar al fashionista con el músico honesto y comprometido. También fue pionero en la forma de mercadear discos.

Prince le enseñó al mundo que el pop no está peleado con la calidad, y que en la música la forma es tan importante como el fondo, asegura en entrevista el bajista mexicano Alonso Arreola, quien ve en El Pequeño Genio a una figura iconoclasta que cambió el rumbo de la música.

"Caló profundamente en diferentes generaciones no sólo en términos estéticos, sino industriales. Fue un absoluto visionario de la producción y el lenguaje pop, que combinó de manera brillante con géneros como el rock o el funk, pues en realidad era un artista con una vena jazzística muy importante", comenta el exintegrante de La Barranca.

También fue pionero en la forma de mercadear discos. "Regalaba sus álbumes en un momento en el que esta estrategia parecía una locura".

Prince entendió que, para ser una figura de trascendencia, era necesario conciliar al fashionista con el músico honesto y comprometido. "Le importaba mucho su imagen, pero siempre se negó a ser esa estrella que se deja alimentar de historias vacuas o estúpidas. Siempre persiguió un sonido universal y duradero".

El compositor sugiere que las nuevas generaciones de artistas pop deben aprender mucho del nacido en Minneapolis. Si bien todo cantante necesita entrarle a la maquinaria de la promoción y la distribución, también es importante que sean conscientes del gran trabajo que implica estar en un estudio de grabación, afirma.

"Prince nos enseñó eso".

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