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Acapulco atrae cada vez más a las mejores raquetas

Los tenistas que integran los primeros lugares del ranking de la ATP y la WTA tienen marcado en su calendario de competencias una visita a Acapulco del 23 al 28 de febrero para intentar llevarse el Abierto Mexicano. El torneo ha crecido constantemente, y ya los organizadores desean convertirlo en un Masters 1000.

Tenistas que integran los primeros lugares del ranking de la ATP y la WTA tienen marcado en su calendario de competencias una visita a Acapulco del 23 al 28 de febrero para intentar llevarse el Abierto Mexicano. El torneo ha crecido constantemente, las ganancias son uno de los beneficios principales para el Puerto y, además, los organizadores afirman que quieren convertirlo en un Masters 1000.

"Hemos sido galardonados como el mejor torneo, tanto en hombres como en mujeres, en los últimos años. Los Masters no se venden ni se otorgan, sino que cuando una competencia de éstas tenga dificultades financieras o no cumpla con los requerimientos de la ATP, la asociación voltea a ver otras opciones y nosotros estamos ahí siempre con la mano levantada", asegura José Antonio Fernández, director de marketing y comunicaciones de la justa.

La celebración de los duelos en la ciudad costera significa una fuente de dinero que sólo es superada por las vacaciones de Semana Santa. El año pasado, el evento consiguió una derrama económica que superó los 500 millones de pesos; más del doble de lo que generó el puente del 16 de septiembre y el del 20 de noviembre.

El Abierto Mexicano goza de una consolidación a nivel internacional que se refleja en el número de interesados en cubrirlo. De acuerdo con Fernández, 127 cadenas de televisión transmitieron la edición de 2014 en 67 países. Además, se otorgaron alrededor de 200 acreditaciones a representantes de medios de todas partes del mundo.

Cambiar la arcilla por una cancha dura fue una decisión que tuvo repercusiones positivas. "Fue un acierto. En los últimos años tuvimos un portafolio de los mejores jugadores en arcilla, pero era casi siempre el mismo. Al cambiar de superficie atrajimos a jugadores de Europa, Asia, Estados Unidos y Canadá, quienes antes no nos volteaban a ver", comenta el directivo.

Atletas como Maria Sharapova (número dos del ranking de la WTA), Kei Nishikori (finalista del US Open pasado), Marin Cilic (campeón del Grand Slam de Estados Unidos) y David Ferrer (décimo en la lista ATP) contribuyen a que la alineación sea más atractiva, y con su ayuda se espera superar los 55 mil aficionados que compraron un boleto para la edición anterior.

Cuando inició el Abierto Mexicano de Tenis, los ingresos para los organizadores provenían en un 90 por ciento de los acuerdos comerciales, de acuerdo con José Antonio Fernández. Actualmente, las ganancias por venta de entradas están casi a la par de las que consiguen por patrocinadores (un boleto cuesta 10 mil 493 pesos y es válido por tres días). "Una categoría que nos faltaba en los últimos años era el reloj y ya lo tenemos. Tenemos un total de 31 patrocinadores, aunque no se trata de tener muchos sino de tener los de mejor calidad, que aporten al evento y que nosotros agreguemos valor a su estrategia de comunicación", agregó el encargado de mercadotecnia.

La justa de Acapulco es uno de los ATP 500 con la bolsa más baja y debe competir contra el Abierto de Dubái, con el cual comparte fechas de desarrollo. Novak Djokovic y Serena Williams se inclinaron por jugar en medio oriente. A pesar de esto, quienes ejecutan la celebración en la costa mexicana lograron confirmar un "draw envidiable" que pudo contra "la cartera abierta" de los Emiratos.

Aficionados mexicanos podrán disfrutar una vez más de la experiencia del deporte blanco y el puerto guerrerense será uno de los principales beneficiados con la visita de los expertos de la raqueta. "Durante esa semana un target con un poder adquisitivo importante va a gastar en restaurantes, hoteles y centros comerciales", dice José Antonio Fernández, quien agrega que la reunión tenística dará empleo a más de 850 personas.

La celebración número 22 del Abierto Mexicano (número 15 en Acapulco) va viento en popa y se están perfeccionando los últimos detalles para que se lleve a cabo.

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