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A juicio exempleados de Picasso por cuadros escondidos

Un tribunal francés inició un juicio de tres días contra Pierre Le Guennec y su esposa Danielle, por 180 litografías, collages y pinturas y 91 dibujos de un cuaderno de bosquejos alrededor de 1970, que supuestamente fueron obsequiados por el pintor español o su esposa.

GRASSE, Francia.- Muchos se preguntan si Picasso donaría 271 cuadros a un electricista que trabajó para él unos años en el sureste de Francia. Un tribunal francés comenzó a dirimir el interrogante este martes en el inicio de un juicio de tres días a Pierre Le Guennec y su esposa Danielle.

Sostienen que el pintor español, o su esposa, les dieron 180 litografías, collages y pinturas y 91 dibujos de un cuaderno de bosquejos alrededor de 1970, cuando Le Guennec empezó a trabajar como empleado de mantenimiento en sus propiedades en o cerca de la Riviera francesa.

Los herederos de Picasso y el fiscal consideran que el relato de la pareja es ridículo. Señalan que el maestro autografiaba las obras que obsequiaba y jamás había regalado una cantidad tan grande. Un abogado de la familia Picasso dice que el valor estimado total es de 60 a 100 millones de euros (68 a 113 millones de dólares).

Le Guennec guardó las obras en un garaje durante décadas. Creadas entre 1900 y 1932, nunca han sido mostradas al público. Si la pareja es hallada culpable de ocultar bienes robados, se enfrenta a una condena de hasta cinco años de prisión y una multa de 375 mil euros (424 mil dólares) o más, hasta la mitad del valor del botín.

Picasso murió en 1973 sin dejar testamento. Pero dejó unas 70 mil obras que han sido objeto de robos, falsificaciones, demandas legales y ventas secretas. Pero un cúmulo de obras como las del matrimonio Le Guennec es extraordinario. La sesión del martes consistió en interrogar a los acusados y proyectar algunas obras. Se prohibió la presencia de cámaras en la sala, en la que estaba presente Claude Picasso, hijo del pintor y administrador de la herencia.

Hace unos cinco años, Le Guennec comenzó a preocuparse por lo que pasaría con las obras tras su muerte, según su abogado. Deseoso de evitar cualquier problema legal para sus hijos, contactó con el organismo encargado de gestionar la herencia de Picasso, que supervisa las obras en poder de sus herederos.

En septiembre de 2010, Le Guennec viajó a París para que la fundación evaluase los cuadros. Unos días más tarde, fueron confiscados por la policía. La pareja presentó versiones distintas sobre cómo consiguieron las obras. Pierre contó que la esposa de Picasso en aquel momento, Jacqueline, le dio una caja cerrada que contenía las obras. Danielle dijo que su marido llegó a casa con una bolsa y le explicó que el pintor español le había dado los trabajos.

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