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Vive el lujo en estos hoteles de París

Si estás dispuesto a pagar mil dólares por noche para hospedarte en algún hotel parisino de lujo, hay dos opciones consideradas dignas de la realeza.

En la mayoría de los destinos turísticos, los hoteles están clasificados en una escala de cinco estrellas... pero no en París. Aquí encontrarás los típicos hoteles-boutique y cinco estrellas así como una categoría adicional, llamada hoteles palacios, que se otorga a 24 propiedades francesas que, literalmente, son dignas de la realeza.

El hotel Ritz no ha cambiado mucho en apariencia: a las antigüedades se les ha dado una nueva barnizada, las telas fueron actualizadas y los sofás retapizados.

En este recinto las habitaciones tienen camas con dosel, candelabros de cristal, cuerdas de campana hechas de marfil para llamar a una doncella o ayuda de cámara y grifos de lavabos dorados en forma de cisnes.

Aquí, el personal conoce de nombre a los huéspedes y los coches de cortesía son un Bentley; aunque las actualizaciones tecnológicas eran parte importante de la renovación, los interruptores de luz en forma de pequeñas perillas permanecieron igual como un recordatorio de que éste es un lugar verdaderamente histórico.

En el Hôtel de Crillon los candelabros están cubiertos con cadenas de metal y su mobiliario más clásico ha sido sustituido por uno más limpio y contemporáneo, por lo que su aspecto general es incuestionablemente más elegante y convincente.

En el Crillon las habitaciones varían ampliamente en tamaño y diseño, pero las que cuentan con un diseño más soberbio y mejor vista son las que están ubicadas en el último piso.

Éstas tienen techos con vigas a dos aguas y terrazas que dan hacia la Torre Eiffel. Aunque son compactas, están diseñadas de manera inteligente: tiene un televisor que emerge desde el pie de la cama y un armario para bandejas de joyas y juegos de zapatos.

Los tres restaurantes del Crillon son un lugar para almorzar y tomar el té de la tarde, una brasserie parisina y un lugar de mantel blanco llamado L'Ecrin.

Jardin d'Hiver, el lugar del almuerzo, está lleno de damas finamente vestidas, y en él puedes degustar sopas, ensaladas y repostería de primer nivel.

Sin embargo, la brasserie es donde podrás cubrir tus antojos más parisinos: ostras provenientes de las costas francesas, terrinas decoradas para parecerse al horizonte parisino y un pollo asado que avergüenza a las demás versiones.

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