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¿Hockey bajo el agua?

Sí, leíste bien, ese deporte se practica al fondo de una piscina con un disco o pastilla de plomo parecido al del hockey, con el objetivo de llevarlo a la portería del equipo contrario.

La mezcla de apnea y el hockey, dieron lugar al Hockey Subacuático, deporte que nace en Portsmouth, Gran Bretaña, a mediados de la década de los 50 y que a partir de los años 60 crece su popularidad llegando a países como Estados Unidos.

Esa práctica, consta de dos equipos de seis jugadores y cuatro suplentes, los cuales buscan trasladar al fondo de una piscina, un disco o pastilla de plomo, a la portería del equipo contrario con la ayuda de un palo o paleta. Actualmente, se practica en distintos países como España, Holanda y Argentina, entre otros.

Es el único en su tipo que se juega con limitadas opciones para respirar, en el fondo de una piscina de entre dos y cuatro metros de profundidad.

Es por eso que se divide en dos tiempos de 15 minutos cada uno, más un descanso de tres minutos, después del cual los equipos deberán de cambiar de campo.

El juego está controlado por tres árbitros, dos en el agua y uno en el borde de la alberca. Hasta 1984, ese se conocía como Octopush, debido a que se trataba de ocho jugadores que empujaban un disco.

El hockey subacuático es un juego definido por sus atletas como rápido y dinámico, debido a que su práctica requiere de un considerable esfuerzo, tanto aeróbico como anaeróbico.

Como en cualquier otro deporte, es necesario que los jugadores sean veloces, que tengan capacidad de anticipación y coordinación con el resto del equipo para obtener buenos resultados.

Sin embargo, la prueba máxima para los jugadores es la concentración ya que, no sólo deberán llevar el disco a la portería contraria, sino que la limitación de oxígeno provoca que tengan que subir a la superficie para tomar aire, recuperarse y volver a tomar posición para seguir jugando.

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